Ayer estuve en Sitges. Y sí, estoy bastante de acuerdo. Creo que lo más divertido es la primera parte de la peli. Pero a la que se desata Michael Bay con sus explosiones, ruidos ensordecedores y movimientos estúpidos de cámara no hay quién se entere.
Os pongo el enlace de mi web con la crónica de la peli. He procurado no destripar mucho, pero algo del argumento sí que cuento.
http://www.zumbarte.com/cine/cine4.htm
Además os pego aquí lo que he escrito, por si alguien quiere responder en este foro (pero en mi web hay muchas fotos de robots) :p
Motorizado en mi Seicento rojo me dirigí hacia Sitges para ver la premiere Europea de Transformers. Un trayecto que se hizo largo a causa una congestionada autopista a la salida de Barcelona provocado por un simple vehículo averiado. En esos momentos hubiese deseado que mi coche fuera un Transformer y haber ido saltando por encima de los demás, y sobre todo por cierto descapotable que tenía delante de un tipo insufrible que no hacía más que lanzarme basura y colillas hacia mi.
La entrada al Auditorio del Hotel Meliá de Sitges contó con las medidas de seguridad que se usan últimamente en estos eventos. Registro de mochilas, bolsos etc... Y durante toda la proyección varios seguratas con traje y corbata, uno de ellos debía medir lo mismo que Megatron, iban vigilando al público como si fuéramos delincuentes para que no grabáramos la película. Incluso tenían sistemas sofisticados como un visor de infrarrojos.
Antes de comenzar la película nos llevamos la decepción de que ni Michael Bay ni los actores de la película iban a estar en la proyección, porque habían preferido ir a Madrid, con la consecución de silbidos por parte del respetable.
Finalmente empezó la película y lo poco que íbamos viendo hacía pensar que no estaba mal a pesar de ser de Michael Bay. La primera mitad del film es una comedia de ciencia ficción juvenil, parecida a las películas de los 80, de la cual Spielberg fue bastante responsable. Seguramente más de un detalle haya sido aconsejado por el propio Spielberg, productor del film.
Primero tenemos un prólogo donde vemos como se produce el ataque de un Decepticon a una base militar estadounidense en Qatar. Para pasar seguidamente a un instituto norteamericano donde se nos presenta al joven protagonista Sam “Spike” Witwicky (Shia LaBeouf, actor que veremos hasta en la sopa ya que será el hijo de Indiana Jones en la cuarta parte). Y vemos al típico adolescente que pasa desapercibido en la escuela, es increpado por los más populares e ignorado por las chicas. Cuando por fin logra que se padre le compre un coche de segunda mano en una tienda de coches usados, un Chevrolet Camaro que es nada más y nada menos que el autobot Bumblebee.
En una de las decisiones más polémicas del film, al prescindir del original Wolkswagen escarabajo, por lo visto fue por problemas de derechos. El hecho de que el Camaro esté aparcado en la tienda junto a un Escarabajo amarillo, y este le ateste un golpe con su puerta, junto con el intento de vender al Wolkswagen por un precio más barato que el Camaro, hace pensar que los productores se hayan tomado su pequeña venganza.
Después vemos como Shia LaBeouf da rienda suelta a su actuación de adolescente nervioso, de habla balbuceante al entrar en contacto con Mikaela, una atractiva compañera de clase. Seguramente Shia LeBouf será odiado y amado a partes iguales por el público, como ocurría con algunos actores cómicos en los 80: Martin Short, Chevy Chase, Steve Martin etc...
Mientras el secretario de defensa, interpretado por John Voight, investiga el suceso en Qatar. En el avión del presidente Air Force One, otro Decepticon, esta vez capaz de transformarse en un radio-CD, intentará entrar en la base de datos del gobierno. Actualizando al Decepticon de la serie clásica, que era un radio-cassete.
Finalmente llegarán a la Tierra otros Autobots, entre ellos su líder Optimus prime, entrando en contacto con el joven protagonista.
Como he dicho, la película es, dentro de su inocuidad, entretenida e incluso con secuencias divertidas en su primera mitad, pero a partir de ahí la acción y las explosiones toman el mando del film.
Y ahí es donde vemos el sello de Michael Bay en todo su esplendor, con las peleas entre Autobots y Decepticons, destrozando todo lo que pase por en medio. Con el sonido de misiles, disparos, explosiones, destrucción de edificios, junto con una banda sonora heavy a todo volumen. Son escenas, en la mayor parte, confusas, donde no se sabe quién está pegando a quién, y el parecido entre la mayoría de los robots, también ayuda a crear confusión. Y por supuesto no puede faltar en una película suya un helicóptero explotando, aunque aquí esté algo más justificado que en el resto de su filmografía.
No es que el resto de la película esté ausente del “estilo” Michael Bay, pues a la mínima que puede hay explosiones, destrozos de vehículos y edificios, aunque no vengan a cuento. Por ejemplo en el concesionario de coches usados, Bumblebee pone el volumen alto de la radio para hacer explotar los cristales del resto de coches.
También podemos observar la inquietud de Michael Bay, pero literalmente, pues la cámara no está quieta en casi toda la película. Cualquier acción debe estar filmada con la cámara rodeando al actor y dando vueltas sobre él. Además del clásico plano (repetido varias veces en esta película) en el que la cámara se acerca rápidamente en sentido contrario a alguien que corre huyendo.
Hay bastantes guiños al espectador frikie. El uso de la frase Más de lo que tus ojos ven, por parte de Shia LaBeouf para referirse a Mikaela. Podemos escuchar brevemente el clásico sonido de la serie de televisión al transformarse el primer Transformer. Cuando Shia LaBeouf ve por primera vez a Bumblebee claramente como un robot, dice que tiene que ser un invento japonés. En una pared metálica se ve una marca de unas zarpas y se discute si podrían ser hechas por Freddy Kruegger o por Lobezno. Incluso hay guiños a obras más recientes, como a Kill Bill, aprovechando el color de Bumblebee y sus rayas negras con un parecido al chándal de Uma Thurman y con la música de la peli de Tarantino de fondo.
A parte del diseño de los robots, algo alejados a los de la serie de dibujos, pero puede ser comprensible para hacerlos más realistas. También decepciona un poco que Megatron no se transforme en pistola, aunque sí tiene una pequeña secuencia en la que junta sus brazos y forman un cañón.
Se puede ver en la película un cierto tufillo a patriotismo americano, aunque en este caso más bien sea para lavar la cara del ejército estadounidense y señalar como la parte equivocada a la administración gubernamental. Los soldados en Qatar son presentados como víctimas y amigos de los indígenas de la zona. Un niño árabe les trae agua, son colegas. Como si estos habitantes estuvieran encantados con la presencia de los amistosos soldados norteamericanos. Mientras que el presidente de los EEUU es presentado como un tipo que se pasa todo el tiempo de la crisis en el Air Force One, estirado en la cama y pidiéndole a sus secretarias (también militares) que le traigan pastelitos. Aparecen como culpables de que haya ocurrido este intento de invasión extraterrestre, una sección secreta del gobierno llamada Sector 7, liderada por John Turturro (en un papel alimenticio). En contrapunto del ejército que son los que luchan y dan su vida por salvar a la humanidad.