A mi la tercera me parece una buena película, diga continuadora de las anteriores. Recuerdo que me produjo cierta ansiedad nostálgica la primera vez porque está teñida en todo momento de ese aroma a despedida (incluso la banda sonora de Alan Silvestri es más reposada e intimista en varios pasajes, en concreto las escenas entre Marty y Doc, dos viejos camaradas condenados a separarse).
Quizá lo menos logrado sea la relación entre Doc y Clara (Mary Steenburgen, otra vez heroína de una película de viajes en el tiempo) y la presencia de los primeros McFly, que se queda en puramente anecdótica.
Con todo, un digno cierre de trilogía.