En muchos países de todo el mundo se conoce por langosta el nombre común de algunos crustáceos decápodos emparentados de cerca con los cangrejos de río.
Las tres especies de langostas verdaderas se consideran un manjar delicioso y son importantes para la pesca comercial de América y Europa. Las langosta americana y europea (bogavante) se caracterizan por tener un par de pinzas grandes, casi bulbosas; las pinzas de la langosta noruega (cigala) son relativamente más largas y delgadas. En la langosta verdadera (bogavante y cigala) estas pinzas son grandes: una suele ser más pesada, para aplastar, y la otra más pequeña es mordedora. En la cabeza tienen dos pares de antenas, los ojos compuestos y la cola en abanico. La hembra pone muchos miles de huevos, normalmente una vez cada dos años, y las diminutas crías nadan y se dejan llevar por las aguas durante un periodo de hasta cinco semanas antes de asentarse en el fondo. Crecen mudando el caparazón y muchas pueden vivir hasta 50 años. Todas las langostas son carroñeras. La langosta noruega (cigala) es muy abundante en las costas de Francia, Escocia, Islandia y España. La langosta europea (bogavante europeo) se captura sobre todo en las costas de Turquía, las Islas Británicas, Francia, Italia, Noruega y Portugal. La langosta americana (bogavante canadiense) sólo se captura en la costa este de Norteamérica, desde Labrador hasta Carolina del Norte.
Las langostas espinosas o de roca, a veces llamadas simplemente langostas, carecen de las grandes pinzas de las langostas verdaderas. Hay diversas especies de langostas espinosas en todo el mundo. Las capturas comerciales se producen en las aguas costeras del sur y el suroeste de África y en las de Australia, Nueva Zelanda, en la costas del Atlántico norte, Japón, Brasil, Cuba, Estados Unidos, México y las Bahamas.