La sinopsis que nos cede DHD es quizás un poco demasiado reveladora, pero la comentamos de todas maneras con el consiguiente aviso: un grupo de agentes de Policía corruptos se ven obligados a ejecutar un robo imposible para evitar que la Mafia rusa divulgue sus delitos. Sucede que la única forma de ejecutar la operación pasa por asesinar a un compañero, un joven policía novato (lo que en código policial es un 999 –agente abatido–). Sin embargo, el chaval escapa con vida del intento para acabar con su vida y comienza así un juego de dobles traiciones que culmina “en un explosivo final”.
Iniciado por Roy Batty
Ojalá recuperáramos con esta nueva cinta al Hillcoat duro y doloroso de THE ROAD y, sobre todo, de THE PROPOSITION, en lugar de esa imitación diluída y domesticada de la lamentable LAWLESS.