Por fin me he podido hacer con una copia de esta película que estaba persiguiendo desde su estreno en el 86. Y los primeros minutos ya hacían presagiar que estaba ante una película de culto: El protagonista, el entrañable Michael Moriarty, se presenta a su nuevo vecino: "hola, me llamo Harry, Harry Potter", y lleva puesta una especie de gorro hortera del Real Betis Balompié, con su escudo y todo. Me lo he pasado en grande con éste peliculón. El remate final es que el director está preparando un remake.