Es que una de las cosas que la hacía especial era que casi desde el tercer o cuarto episodio la trama se iba desarrollando sin solución de continuidad, añadiendo cada vez más piezas al mosaico pero sin hacer que la acumulación de datos te hiciese perderte.
Además, cada uno de los casos iban revelando matices del poder de Tru y sus consecuencias de cara a intentar llevar una "vida normal". Primero la manera en la que Davis (¿no es raro que su nombre suene igual que el apellido de la prota?) se acaba dando cuenta de la movida, luego involucrando a Harrison, después todo el asunto con Luc, la aparición de Jack... En fin, cada pieza insertada en el momento correcto. Se ve que los guionistas lo tenían bastante claro en cuanto al rumbo que debía tomar la serie en sus primeras temporadas.
El "interruptus" de la segunda es una de las tragedias catódicas más injustas que recuerdo. Si en sólo seis episodios sentaron las bases de lo que podía haber sido una lucha cósmica de las fuerzas del orden contra las del caos, no me quiero imaginar que hubiese pasado más adelante... y por supuesto, toda la subtrama con Jensen ya se apuntaba claramente hacia donde iba (esa asunto de la pérdida del alma, ramalazo de "Tan muertos como yo"). Una verdadera lástima.