El problema es que los fabricantes prácticamente han abandonado la producción de televisores 3D, y sus nuevos modelos ya no incluyen esta característica, por lo tanto es solo cuestión de tiempo que una cosa nos lleve a la otra irremediablemente. No está muerto, está sentenciado.
Después existe la posibilidad (como el vinilo) que resurja de sus cenizas como ave Fénix, pero ese es otro tema