Es que la calidad, por ejemplo, de Netflix, no es la misma que la de un Blu-Ray.
En la tele aún lo veo perfecto, pero pongo una película en el proyector... y no, no se qué transferencia por segundo o qué compresión tendrá, pero desde luego la calidad que me da un Blu-Ray en vídeo y sonido no la alcanza. Tiene la resolución, pero llegan las escenas oscuras y ves los macrobloques aquellos tan típicos de los DVDs.