
Iniciado por
DrxStrangelove
Bueno, yo estoy de acuerdo contigo. Llevo años dedicándome al dibujo y a la ilustración y me pasa lo mismo. Cuando observo un antiguo trabajo, aunque sé perfectamente lo que quería conseguir en su momento, veo que me resultaría imposible manipularlo sin que los nuevos conocimientos adquiridos entren en juego y condicionen el resultado. Por eso nunca retomo un viejo trabajo inacabado o retoco los que di por terminados (aparte de que siempre siento que estoy en otro momento de mi vida y aquello ya es pasado en varios sentidos, tanto técnica como emocionalmente). Así que es mucho más honesto dejarlo como quedó y mantener el recuerdo y las impresiones intactas. Con todo, creo que la obra es de su autor y respeto todo lo que éste quiera hacer con ella; me guste más, o me guste menos. Esto, lógicamente, lo tengo muy claro.
Sin embargo este caso es diferente, puesto que se trata precisamente de conservar la obra tal y como se hizo la primera vez. Y si técnicamente no es posible restaurar un negativo de manera que vuelva a recoger su color natural -es decir, mediante procesos químicos o diferentes técnicas de restauración naturales-, solo queda acudir a una fuente fiable que indique cómo proceder mediante técnicas de manipulación digitales. Y aquí, si se tiene la suerte de contar con el autor o los autores que la crearon, que creo que son quienes deberían de llevar a cabo la restauración, hay que entender que su apreciación va estar sujeta a esta circunstancia que estamos comentando y vamos a tener que fiarnos de su puntería, puesto que no existe otro lugar donde coger mejores referencias; puestos a jugar con la subjetividad del restaurador de turno, pues mejor que sea la del propio autor, ¿no? Porque si tenemos que tomar como fuente principal las copias que se distribuyeron en VHS o de algunas emisiones televisivas del momento, que es la imagen a la que el espectador está realmente acostumbrado (y la que en realidad quiere ver, no nos engañemos), lo llevamos claro si queremos encontrarnos con un trabajo de restauración preciso y riguroso.