La película de Scorsese es de sobra sabido que tenía problemas para financiarla y no la hizo en Netflix porque sí. Quizás no tendría problemas para estrenarse también en salas, cierto, pero el modelo de negocio de Netflix no es estrenarse en salas por lo que hacerlo iría en contra de los intereses de uno de los principales responsables de que la película exista en primer lugar. Netflix no tendrá interés en poner tanta pasta para no ser los que estrenan el título y los cines son bastante reacios a estrenar cosas sin ventanas de distribución en exclusiva, por lo que los intereses de los cines y de Netflix son, desde la perspectiva de ambos, incompatibles. Hay algo de complejo de inferioridad en los cines cuando creen que el único motivo por el que la gente va es porque es la única opción de verla y consideran que su único valor añadido al producto es ser los primeros.
De todas formas hay casos y casos, pero el de la película relevante del hilo es bastante claro ya que, si bien Netflix no participó en la producción, Paramount no parecía muy por la labor de estrenarla con continuos retrasos porque debió ver la cosa bastante mal y al final decidirían que la única forma de que saliera bien era esta. Ha sido el "directo a vídeo del mojón que hemos producido" del s. XXI.