Bueno, ya he terminado los 3 libros que tenía empezados.
Perks of being a Wallflower: al igual que la película, agradable de leer y me ha dejado con ganas de más. Había momentos en los que parecía que no pasaba gran cosa pero las páginas finales remontan. Sigo pensando lo mismo de Charlie es tan encantador que dan ganas de abofetearlo, y después pedirle perdón, porqué en realidad no es nada malo, todo lo contrario. Una cosa muy curiosa, la verdad.
Vida de Zarigüeyas: Describe una manera diferente de vivir, siendo prácticamente autosuficiente. Aunque es muy extremo en algunos puntos da que pensar, y mucho. Me ha gustado sobretodo el epílogo de la autora escrito en 2009. Escribió el libro con 18 años en los 70 y es interesante ver cómo reniega de algunas cosas y se avergüenza de otras (el capítulo que dedica a la Ley). La verdad es que la vida de Dolly es de lo más curiosa. De vivir con su padre con apenas dinero (comiendo lo que cultivaban y pescaban) a trabajar para la NASA, un trabajo que acabó dejando porque no le convencia. Sí, después de lo que sudó por entrar tuvo el valor de reconocer que no era para ella.
El corazón es un cazador solitario: Me faltaba algo menos de la mitad del libro y lo he devorado esta tarde. Es simplemente maravilloso. Lo dejé una temporada sin saber bien porqué, porque una vez que empiezas a leerlo entras en otra época. Ya he comentado antes cómo era pero me gustaría poner una cita que creo que resume muy bien lo visual que es y la sencillez que transmite en todas sus páginas:
Captó, procedente de la calle, el sonido de una armónica tocando un blues, y supo que quien la tocaba era su hijo William. Sin encender la luz, cruzó el vestíbulo y abrió la puerta. No salió al porche, sino que se quedó en la oscuridad, detrás de la puerta de tela metálica. La luz de la luna era intensa, y las sombras de Portia, William y Highboy se destacaban negras y densas en la polvorienta calle.
Igual así, suelto, no causa el mismo efecto.
Hacía el final, lo que pasa con Copeland buscando un juez, o Harry y Mick yendo de excursión para bañarse son escenas que se me han quedado grabadas. La primera por lo cruda que es, la segunda por inocente y por la tranquilidad y alegría que transmite.