Hace poco leí La solterona de Edith Warthon, en una, como es habitual, cuidada edición de Impedimenta.

Me ha venido a la cabeza confrontar esta novela corta con la recientemente leída Thérèse Raquin, porque veo que son muy parecidas en sus temáticas, pero opuestas en su elaboración. Wharton, al igual que su "maestro" Henry James, piensan tramas arriesgfas, pero terminar ocultado lo atrevido de las mismas tras un muro de estilo y primarndo lo que no se dice sobre lo que sí. En cambio Zola llama a las cosas por su nombre, igual que podríamos decir del también mencionado más arriba Thomas Hardy.

Me parece muy interesante ver que cuatro escritores más o menos contemporáneos, hablando muchas veces de lo mismo (bueno, con cambios en la clase social), lo hicieran de forma tan diferente.

________________


Ayer empecé el último Marías y por ahora me está gustando por, como James o Wharton, todo lo que (por ahora) no dice.

Saludos