mineapolis, coincido en que las ediciones inglesas no son muy sugerentes. Me gustan más las ediciones en Anagrama, que, además, para las portadas usan fotos del autor de la época que se comenta en los libros, creo que queda mejor que usar siempre fotos actuales. La edición de Mondadori (Ramdom House) de La broma infinita también me parece más cuidada, algo necesario cuando el libro posee más de 1.000 páginas, qué menos que unos cuadernillos cosidos, una tapa dura y una sobrecubienta.
Respecto a Gopegui, sus dos primeras novelas Tocarnos la cara y La escala de los mapas, me parecieron demasiado experimentales, para mí en un sentido que perjudica a la novela, pero que, por los comentarios que indicas, a otros les ha parecido un beneficio para la misma. Pero La conquista del aire, Lo real o El lado frío de la almohada, donde el estilo se vuelve más invisible, me parecen muy buenas.
Saludos