Últimas lecturas:
· Pureza, Jonathan Franzen (Salamandra): ya comenté más arriba que la novela me estaba encantando y que estaba verdaderamente intrigado por como cerraba ésta Franzen. Yo creo que lo hace de forma magistral completando perfectamente los arcos de los personajes cuando es necesario o dejando otros elementos más a nuestra imaginación. Franzen creo que es de los mejores escritores norteamericanos de la actualidad y tres novelones como Las correciones, Liberta y Pueza son para mí tres retratos conseguidisimos de nuestro siglo XXI.
· Aquella tarde dorada, Peter Cameron (Libros del Asteroide): las anteriores novelas de cameron, también editadas en esta editorial ya me gustaron. Cronológicamente hablando ésta es anterior a aquellas, pero no por ello me parece menos conseguida. La historia, de claros tintes jamesianos (difícil es que la premisa no recuerdo a Los papeles de Aspern) presenta unos grandes personajes con una interesnate evolución y relaciones entre ellos, todo ello con toques también muy jamesianos de como la vida influye en el arte y a la inversa. Su adaptación cinematográfia la llevo a cabo hace unos años James Ivory (otro indicio de conexión con Henry James)
· Acceso no autorizado, Belén Gopegui (Debolsillo): las dos primeras novelas de Gopegui me pareción algo crípticas, pero desde su tercera obra, La conquista del aire todo lo que le heído de ella me ha parecido cuando menos muy interesante. Ésta no es la excepción y aunque la premisa de la historia y su desarrollo puedan parecer poco creíbles, en el fondo el poder premoniotorio de la novela, por los temas que presenta, me ha parecido tan interesante como perturbador.
· Juro no decir nunca la verdad, Javier Marías (Alfaguara): enésimo volumen recopilatorio de las columnas dominicales de Marías. Leído tras la novela de Gopegui casi casi es el complemento perfecto por los temas que se tratan y el tono sombrio o poco esperanzador que por lo menos yo he creído detectar en ambas obras.
Ahora estoy con la última novela de Anne Tyler, El hilo azul y, tengo que rendirme ante esa nueva variación, magistral, de construcción familiar y las relaciones de amor-odio que se dan en dicho núcleo.
Saludos