Ayer anunciaban la llegada de Scarlett Johansson con lo que el aura informativa y mundana se animó. Esta señora de transparente sensualidad despierta interés masivo, aunque por mi parte sigo sin tener claro si es una buena actriz o solo alguien que brilla en un repertorio muy limitado de personajes y a la que Woody Allen ha sabido sacarle provecho, especialmente en Match point.
Ella es la exclusiva protagonista de Under the skin, dirigida por Jonathan Glazer, autor de la estimable y muy negra Sexy beast, en la que Ben Kingsley interpretaba memorablemente a un gánster rabioso. Estas razones te ofrecían ciertas expectativas. Pero a los 15 minutos han desaparecido. Scarlett Johansson interpreta a una alienígena que viaja por Escocia. No pretende ser una comedia, sino que va en serio. Y deduces que ese tipo de ocurrencia puede aparecer en plena embriaguez, pero se pasa con la resaca. Y te preguntas por qué se le ocurre a una alienígena venirse a Escocia. También qué es lo que pretende el director. Hay que tener un talento superior como el de Spielberg para narrar un cuento divertido y bonito con un extraterrestre que se ha perdido en la Tierra y es adoptado por un niño. Pero Glazer no es Spielberg. Y
todo resulta absurdo en la mirada y en el contacto de esa alienígena con los seres humanos. Les propone sexo a todos los tíos que suben a su camioneta y tratándose de Scarlett Johansson ninguno lo duda, pero cuando se acercan a ella una especie de río negro les atrapa y les hace desaparecer.
Hay que reconocer el mérito del director para convencer a su voluptuosa estrella de que aparezca desnuda o con ropa interior cada dos planos. Debe de haber convencido a esta señora de rostro hermoso (la boca es una pasada) y anatomía sugerente de que el papel que iba a interpretar había sido creado por Shakespeare, para que a cambio ella aceptara quitarse la ropa durante gran parte de la película, con el presumible gancho comercial que eso supone. El resto es un delirio sin gracia, una sucesión de encuentros marcianos o solo tontos entre la dama de otro planeta con apariencia humana y los escoceses a los que desata la libido.