Antes de empezar, comentar que Trier ha hecho que me sienta algo cínico porque hace poco comenté lo que comenté en el hilo de Jay Kelly :
Y ahora Trier parece que me ha dicho, "no querías elementos algo manidos, pues toda dos tazas"... pero, no sé, me debo estar volviendo más nórdico y me estaré desamericazando porque aquí Trier ha conseguido convencerme totalmente con su propuesta.Pero, lo dicho, algunos elementos de la historia me han parecido no sé si decirlo así, algo manidos o, ya algo más que típicos, tópicos en este tipo de dramedias americanas (los elementos más de comedia, me han gustado)...
Tras esta especie de mea culpa, al turrón:
Lo dicho, el nuevo trabajo de Trier, me ha encantado. Para mí casi una evolución en temas, personajes y elementos de La peor persona del mundo.
Trier de nuevo parte de un guión excepcional, de diálogos diría que tan trabajados y dramáticos como sutiles, es decir, que me ha parecido naturales. Además me ha gustado mucho su estructura algo episódica, pautada en pantalla. Y luego pues Trier cuenta con cuatro intérpretes excepcionales que consiguen encarnar sus personajes de la mejor de las maneras. Renate Reinsve, Stellan Skarsgård, Inga Ibsdotter Lilleaas (desde ya, para mí el descubrimiento actoral del año, casi casi una prima lejana nórdica -esos jos y mirada- de Amy Adams, Elle Fanning (para mí en el papel más bonito de la cinta) para mí lleva a cabo cuatro grandísimos papeles haciendo suyo ese magnífico guión y creando unos personajes para mí totalmente creíbles (y medidos). Ayer las tres actrices fueron nominadas en en los Critics Choice Awards, hoy entiendo perfectamente sus nominaciones (y lamento que Skarsgard no lo esté)
En unión de ambos elementos (guión y personajes) mencionar, además, ese quinto "personaje" que tiene la historia, que sirve unión de todos ellos y deSpoiler:
Trier con la magnífica base que tiene (un guión modélico) y unos interpretes a los que dirige perfectamente ya lo tiene casi todo hecho, "sólo" falta una labor de dirección cas tan invisible como perfecta, en constante búsqueda para mí de la sencillez y de la belleza mediante la maestría en el encuadre. No hace falta más: saber desde dónde mostrar de la mejor manera posible a uno, dos o varios personajes dialogando, como "enmarcarlos" de la mejor manera posible en un fondo. Fondo mimado, casi abstracto a veces, muchas veces de interiores sencillos, nórdicos de colores puros (blanco) donde se presentan a los personaje también vestidos de colores puros (blanco, negro, rojo), casi casi una modernización a lo Ikea (o en algunos interiores, como el teatral, casi almodovariana, por el uso de una platea roja) de Gritos y susurros de Bergman, para mí una influencia patente en la película. Igual que con la dirección, el montaje es casi tan invisible como preciso y con un breve inserto de algún plano a mí me ha conseguido emocionar.
A esa belleza formal contribuye también, en mi opinión, una fotografía, tan sencilla como cuidada de Kasper Tuxen Andersen que nunca destaca por el tipo de película de interiores que se tiene entre manos pero que siempre creo que consigue realzar a los personajes o los escenarios, o la unión de ambos.
Por otro lado me ha gustado mucho el score de Hania Rani, además trufado de una selección musical de temas clásicos y modernos que, en algunos, personalmente me han encantado: hay está el uso de una versión jazzística del tema de amor de Espartaco de North (a manos de Yusef Lateef) o la inclusión de un tema de Conspiración de mujeres, de los tiempos en que Nyman colaboraba con Greenaway.
Me quedo también con las influencias, algunas ya citadas, hay por ahí mucho de Bergman, lógico, tanto en la historia como en lo estético y además, está también pasado por el tamiz de Woody Allen, (la estructura algo episódica de la historia, cierto detalle de la historia casi calcado de la premisa de una de las obras más bergmarianas de Allen, Otra mujer. Cierto episodio de la película tanto por su localización como por su coloridome ha hecho pensar en Jacques Demy. Además me encantan ciertos temas que presenta Trier, como toda la vertiente artística de la historia, la relación del artista con el arte y la lucha para seguir creando (con alguna pulla muy muy de actualidad). E incluso algún toque de humor cinéfilo, hay un detalle que me ha parecido (y no solo a mí, ha habido bastantes risas en la sala) hilarante.Spoiler:
En definitiva, para mí otra obra maestra de Trier.
Saludos
P.D. Y pasa colmo, (la cabra tira al monte) hasta hay una secuencia mostrado ciertos procesos técnicos archivísticos.




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