Ostias, pero es que el Chinorris es una mina. Había un capítulo en el que, para evitar que todos los jovenzuelos cayeran en drogas, pandas o mujeres, hacía llevar al colegio a una panda maromos para que doblaran barras de acero con la pechambrera y cosas así. Luego un maromo cogía un micrófono y soltaba: "Nosotros somos campeones de la fuerza, pero vosotros podéis ser campeones de la vida". Supongo que la bizarrada fue lo que cambió la vida de los chavales, y no otra cosa.