Mi mañaco no ha parado de reirse con la ardilla (la escena final con la cafeína es para partirse el culo), y mi WAT y yo nos lo hemos pasado aceptablemente bien -se hace corta- con algunas escenas más dirigidas a los papás que a los niños (esa clase magistral que da el mapache a los demás animales, explicándoles el comportamiento humano en relación con la comida...).
...y las canciones también están bastante bien!