No hace mucho. Fue con EL INFORMADOR, de Steven Soderbergh. Había conseguido unas entradas para el pre-estreno y fui con unos amigos. Llegó un punto en que todos a lo unísono nos preguntamos qué demonios estábamos viendo, y tras ataques de risa colectivos incontrolados por el cachondeo generalizado, nos fuímos fuera a tomar un helado en la misma calle del cine. La mejor decisión de la noche. Eso sí, me hinché a reír.
También cuando era crío me salí un rato con EL CUARTO PROTOCOLO. Entonces, aún pipiolo, no valoraba ese tipo de cine.




LinkBack URL
About LinkBacks
Citar