Primero James Cameron, fue el primer director al que me aficioné cuando descubrí que había alguien más detrás de las películas que los actores. Cameron era el señor que había hecho Terminator, Aliens, Abyss o Titanic, por lo que yo estaba totalmente convencido de que era el mejor director de la historia. Qué entrañables recuerdos.
Después el punto de inflexión fue Los Puentes de Madison. La cogí por casualidad en la tele y quedé fascinado ante lo que había visto. Yo pensaba que el cine eran persecuciones y puñetazos, yo no sabía que una película podía mostrar con tal lucidez y complejidad lo que sentían las personas. A partir de ahí ya empecé a expandir horizontes.