Hombre, en el polaco, precisamente en el polaco, confiar, lo que se dice confiar...
Si me dijeras, Kahn, Williams -que aquí no esta-, o el propio Spielberg, vale, pero Kaminski... una carrera extremadamente irregular a excepción de unos pocos títulos brillantísimos. Si bien Spielberg no ha perdido un ápice de su talento para la puesta en escena, prefiero con mucho, fotográficamente hablando, su carrera pre Kaminski.
Donde estén Zsigmond, Daviau, Slocombe y demás, que se quite Kaminski, por favor.
Nuestro Nacho Aguilar lo pone fino en su blog -en su reseña de The Post- y no es para menos (y nadie niega las cumbres de Schindler, Ryan, y Lincoln, insisto)
Así que... cautela.