Esta tercera ha sido mi temporada favorita. Mi única queja es el personaje de William, que ya me tiene muy cansado, realmente esperaba que su final fuera cuando lo mandan al manicomio.
También voy a reconocer que, en general, la calidad no se mantuvo a la altura de principio a fin, pero logró dejarme esperando con ganas a la próxima semana, cuando antes me daba flojera y le veía por esperar otra serie.