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Whatsapp, el caramelo envenenado
Desde el triunfo del imperio de las redes sociales y la consolidación de la tecnología 3G en la telefonía móvil, en la caverna de Platón ya no se cabe. Tan apretado se está, que esta mañana subiendo al tren le he dado un codazo sin querer a la chica de detrás, en la cara, mientras ella enfilaba el escalón absorta en su iPhone.
- ¡Aaauu! – grita ella con una entonación pueril.
- Lo siento mucho, no te he visto, ya sabes – le respondo.
- Oye, ¿estás bien? – insisto en ver que no me dice nada.
Pero no hay respuesta. Vuelve a estar pegada al móvil, tecleando a toda velocidad. Enlatados como sardinas, la tengo pegada a mí y no puedo evitar echar una ojeada a lo que sea que escriba en el celular que requiere tal concentración. Habla por WhatsApp: “Me acaban de dar un codazo en toda la cara”. Copia el texto, abre otra conversación, lo pega: “Me acaban de dar un codazo en toda la cara”.
Hace poco más de un año un hombre importante de Silicon Valley, Jan Koum, ex director de operaciones de Yahoo, se convirtió en el héroe de la caverna al crear esta aplicación. WhatsApp traspasó la última frontera: mensajes gratis, sin límite alguno, a cualquier hora del día y con la posibilidad de adjuntar imágenes o vídeos, con todos los contactos de tu agenda que también se hayan descargado la App. Enviar SMSs es, desde entonces, como comprarse CDs y escucharlos en el Discman. Ya en 2010, los ingresos de las operadoras por SMS descendieron un 4% respecto al año anterior y se rumorea que a finales de este año las pérdidas pueden cuadriplicarse. Y es que, ¿quién no se decanta por un Smartphone al cambiar su viejo móvil? Y ¿quién tiene Smartphone sin WhatsApp?
Yo, por ejemplo. Y entiendo de que por el hecho de renunciar a este caramelo en los tiempos que corren, donde si no te comunicas constantemente no eres nadie (en la caverna, al menos) y donde el dinero no abunda, penséis que soy un poco ‘rarito’. Aguanto cada día varias peticiones para que me lo instale...
-¡Si no te pones WhatsApp ya, paso de contestarte los mensajes, egoísta de m*****!- me decía el otro día uno de mis mejores amigos.
-Por favor, cariño, mándame SMSs si quieres, pero deja que te conteste por WhatsApp, que me sale gratis… - insistía mi ex-novia antes de ver claro que esta situación nunca se iba a producir.
Y es precisamente porque se trata de una cuestión de coherencia, que lo tengo muy claro: No pienso aceptar un caramelo envenenado.
La pregunta debería ser:
¿De verdad es gratuita esta aplicación?
La respuesta es NO. De hecho, es carísima. El precio que pagas (aparte de la tarifa de Internet que hayas contratado) es tu intimidad. Automáticamente después de instalarte WhatsApp, dejas de ser el propietario de la fracción de tu vida que allí compartas. Todas las conversaciones y archivos intercambiados pasan a ser propiedad de WhatsApp Inc. Además la aplicación realiza una radiografía de tu terminal, identifica los contactos que tienen el programa y los copia, trazando un mapa de conexiones, una red social de hecho, solo visible por la empresa. Por si fuera poco, aceptando las condiciones de uso consistes expresamente que tus datos personales sean transferidos a EE.UU. y se les aplique la legislación de aquel país, mucho menos protectora con la intimidad de las personas que las políticas de privacidad europeas.
Pero lo más terrorífico del tema lo descubro hablando con un amigo informático, experto en aplicaciones. Es la forma en que WhatsApp almacena y gestiona tus datos. Si observamos desde dentro la estructura de ficheros de la aplicación llegamos a dos ficheros llamados ‘msgstore.db’ y ‘wa.db’. Estos ficheros están en un formato llamado SQLite. Si los importamos con alguna herramienta que permita ojear su interior (me recomienda SQLite Manager), nos encontramos la primera sorpresa: ninguno de los datos ahí contenidos está cifrado. En 'wa.db' se almacenan los contactos y en 'msgstore.db' todos los mensajes. WhatsApp te da la oportunidad de eliminar conversaciones, pero la realidad es que estos archivos se copian en su base de datos y permanecen allí ad infinitum. La segunda sorpresa ya es la ‘bomba’: Si el envío o recepción de mensajes se produce con el GPS de tu Smartphone activado, la aplicación almacena también en el fichero 'msgstore.db' las coordenadas del lugar desde donde has mantenido la conversación. Además de la fecha y la hora, por supuesto.
El negocio está claro. Jan Koum (el héroe) y el resto de socios de WhatsApp Inc. pueden hacer lo que más les apetezca con toda esta información, venderla al mejor postor, un poco como Facebook. La fórmula es sencilla: a más información, más posibilidades de negocio. En esta línea, por encima de la letra pequeña está la filosofía de la empresa. Para generar millones de conversaciones diarias no basta con la gratuidad del producto, hay que lograr generar y aumentar la necesidad de comunicarse de los usuarios cada día. Esta necesidad se logra a partir del exhibicionismo colectivo cavernícola típico del siglo XXI (cuanta más gente te vea más ‘guai’ eres, p.ej: “Me acaban de dar un codazo en toda la cara”) y a través de la intrusión de tu espacio. Y es que, a diferencia de otras plataformas como Facebook, donde el usuario escoge cuando se conecta y la interacción se produce en aquel momento, la comunicación por WhatsApp directamente te persigue. Una campanilla, literalmente, llama a tu puerta, o a tu móvil en este caso, para anunciarte que alguno de tus (seguro) muchos contactos de la caverna te está contando (muy probablemente) cualquier tontería, porque es ‘gratis’ y porque te demuestra que piensa en ti, que sois ‘amigos’, por si en algún momento lo dudabas. Consecuentemente, por los mismos motivos, siempre contestas. Y Koum y sus 'superhéores adjuntos' van recopilando información. SU información, tal y como has consentido. Su plan culmina con la adicción del usuario a esta nueva manera de conversar. Adiós, mundo real.
En el fondo, ¿qué más da pagar este precio si nos sentimos amados y no nos rascamos el bolsillo? Todo va bien en la caverna.
FUENTE:
http://www.magazineblife.com/voces-b...nvenenado.html
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Interesante artículo sobre la parte oculta de Whatsapp o la parte que algunos desconocen. Una reflexión interesante. Yo soy como Josep Berruezo el escritor del artículo, pertenezco a la caverna. A mi me recuerda mucho al Messenger, pero en el móvil o realmente es lo mismo.
Aunque como todo depende del uso que se de, hay mucha gente que estará enganchada y otros que lo usaran de forma normal. En este mundo que vivimos cada vez existe menos intimidad, las grandes empresas nos tienen vigilados.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Pues a mí me parece que todo eso es bastante demagógico y falso. Como cualquier tecnología depende del uso que se le de, si se le da un mal uso no significa que sea pernicioso, simplimente se está empleando mal. Para mí el whatsapp es un accesorio extraordinario, no tanto para mi compañía de teléfonica. En primer lugar no tengo tarifa de intenet en el móvil y lo uso cuando tengo redes disponibles, sino pues no lo uso y ya está. Me ha permitido estar contacto con mi familia y amigos desde Nueva York sin pagar ni un euro por ello, es cómodo, fácil y eso de que atonta a la gente, no es mas cierto que cualquiera que está colgado del teléfono hasta cuando está conduciendo. ¿Qué estamos controlados? Como sino lo estuvieramos ya desde hace mucho tiempo ¿y qué? ¿que un tío se está haciendo de oro con ello? Mejor para él. Y por cierto yo uso tarjeta prepago y desde que tengo el whatsapp tengo que recargar porque ahora siempre me llega la caducidad. Lo dicho, sí es malo, pero para las compañias telefónicas.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
El artículo es interesante, sí, pero parece escrito por el consorcio de compañías de servicios telefónicos móviles. Evidentemente todo tiene su parte negativa, hasta el jamón de bellota, pero me parece que las exageraciones hacen que cierta información se desinfle por sí misma.
Todo es relativo, y estas afirmaciones que se dan en el artículo, también. Si la empresa tal o la empresa cual o la misma CIA va a poder hacer uso de la siguiente información: "no me esperes a comer, que llego tarde" pues vale, pero tengo la impresión de que esa información no tiene demasiada importancia, ¿no?. Otra cosa distinta es lo que cada uno, bajo su responsabilidad, quiera hacer público de su propia vida (al igual que pasa en el "Facebook" o en el "Twitter", en los que hay demasiada irresponsabilidad con la propia intimidad de cada uno. Pero eso más que un problema de las empresas que puedan utilizar esa información, es un problema nuestro.
Lo que sí que resulta evidente es que las compañías de servicios telefónicos, están perdiendo una importantísima parte de la tarta que suponía el gasto en SMS y eso no lo perdonan, ya que, aunque ahora la gente se da de alta con tarifas de acceso a internet móvil, ese gasto no supone ni muchísimo menos lo que facturaban a cuenta de los mensajes de texto. Simplemente buscad un poco por la web y podréis comprobar lo que facturaban las compañías por mensajes de texto solamente los días 24 y 31 de Diciembre y veréis el porqué de tanto "peligro" del Whatsapp. Para que nos hagamos una idea: en 2009, 7 millones de euros en solo dos días (24 y 31 de diciembre) a repartir entre las principales operadoras en España.
En todo caso, que cada uno haga uso de lo que mejor le parezca en cada momento, que para eso tenemos la posibilidad de elegir.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Yo me quedo con la primera parte del artículo.
Todos los días veo a la gente idiotizada y aporreando las teclas de su Blackberry o de su Iphone, siendo incapaces de separar la vista de la pantalla (¿esta gente tiene algo que decirse cuando están cara a cara?).
Cierto es que la tecnología no es mala "per sé", sino el uso que se le de (como internet, por ejemplo), pero ello no quita a que estemos viviendo una época de idiotismo tecnológica.
No hay más que ver WALL-E, para para ver en que se está convirtiendo la sociedad humana.
¿Le has dado un codazo? Que se joda y que mire por donde va.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Mi pareja se unió a este carro hace poco, y nuestra discusión no fue floja, la verdad. Yo tengo una norma que suele cumplirse el 90% de las veces, y es que cuando un servicio lo utiliza el sector borreguil de la sociedad, malo.
Pasó con tuenti, pasó con facebook y pasará con whatsapp. Y en fin, ahora voy y me topo con esto que confirma una vez más mi norma. Es la hostia, nos pasamos (como raza, no nosotros) todo el siglo XX luchando por las diferentes libertades, luchando contra regimenes dictatoriales, de ambos lados politicos, y ahora vamos en masa a servicios como este a dar toda nuestra vida.
Yo hace poco tuve una experiencia malisima. Una persona con un movil Android (Google) agregó a mi movil, el cual es una patata de a saber que año (que no pienso actualizar hasta que se estropee), a su agenda. De pronto, aparece mi cuenta de Skype (desconozco por qué, en el momento supuse que en alguna ocasion pude haber puesto mi numero de movil, pero no fue asi) y 2 cuentas correo electronico. ¿Lo gracioso? QUE UNA DE ELLAS LA HABIA BORRADO HACE 3 AÑOS
Y la otra, la sigo teniendo activa, pero JAMÁS he introducido mi numero de móvil, por mas que me lo pide Google cuando me conecto siempre me lo salto. Por lo tanto, eso significa que ellos mismos buscan toda tu información se la des o no, muy bonito.
Hasta los huevos de Google, de Facebook, de Whatsapp y de todo esto. Ya podrían reventar algun dia todos los servidores de estos, ya...
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Uso pajillero de la tecnología actual.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
No veo diferencias entre Whatsapp o navegar por la Internet, o usar el correo eléctrónico...... somo todos borregos y no por ello es malo, y el que no piense igual tiene la capacidad de quitar el enchufe, en los régimes dictatoriales no tienes opción de desenchufarte, aquí si.
El uso de internet, del correo, del facebook, del whatsapp es voluntario.
saludos
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Puede ser muy útil, pero el estar hiperconectado (que puede llevar a la ansiedad y a la adicción) y la invasión de la privacidad en internet me preocupan.
De todas formas, es mejor comunicarse cara a cara y darse un abrazo o un beso estando cerca del otro. Estamos perdiendo el contacto real entre las personas.
No me hagáis mucho caso, porque a lo mejor tengo razón. :P
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
-"Que yo paso de esas chorradas del feisbuk y de los chás, que no valen pa nada"
http://www.youtube.com/watch?v=SizG9IIHE3s
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Ja, ja, ja. ¡¡Qué bueno, Gerald de Rivia!!
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Cita:
Iniciado por
pegaso200
Ja, ja, ja. ¡¡Qué bueno, Gerald de Rivia!!
Sí, esta divertido..jajaja :mparto
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Y que os pensais, que telefonica no se guarda los sms igual que el tio del whatsapp?
o orange o yoigo etc?
jajajajaja
vale vale
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
A mí es que todo ésto de la privacidad... me da tan igual... ¿A alguien le ha pasado algo en todos estos años en los que se está hablando del tema que le haya hecho pensar que no merecía la pena estar en contacto con sus amigos mediante algún método online?
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Ya que se ha hablado del tema en el hilo:
Desarticulan una red de tráfico de datos
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Veis, compañias telefonicas, bancos, electricas...y todas ellas las pagamos, el whatsapp como minimo, aunque se quede informacion, pero es gratis, no como las otras, que encima de robarnos, nos cobran!
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Pues ojalá cada mensaje de whatsapp costara dinero, a ver si así la gente deja de comportarse como zombies atontados.
Yo personalmente estoy hasta las narices de estas personas que te dejan con la palabra en la boca para atender la notificación del whatsapp que le acaba de llegar, o del típico tonto que está con los amigos, y en vez de hablar y hacer cosas normales, se pone a toquetear el trasto ese como un autista.
Lo dicho, ojalá lo pongan de pago.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
A mi lo que me repatea es que alguien llame por el móvil y lo primero que diga es "¿dónde estas?"
O que lo primero que diga otro cuando responde a una llamada sea "estoy en..."
¿Y no es más fácil que os implanten un GPS en el culo y así terminamos antes?
http://www.youtube.com/watch?v=wETrW1Dg_OQ
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Yo lo usaba cuando salió y era aún desconocido
Pero me ha pasado un poco como a Nice Boat, en cuanto se hizo famoso y en cualquier parte se hablaba del programa (inclusive en la telebasura :fiu) lo borré al instante :cuniao
Pero lo dicho, me parecía una aplicación bastante útil, que podría sustituir al SMS
El artículo, demasiado alarmista en mi opinión, hay cosas mucho peores por ahí fuera a que te pillen los mensajitos de la amante :P
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
Realmente es más que sustituir SMS, porque con el Whatsapp, realizas conversaciones en tiempo real con otras personas. Los sms también, pero suelen ser más cortos. Como ya dije es como el Messenger.
Útil sí que es, pero como todo, depende del uso que se de, puede ser bueno o malo.
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Re: Whatsapp, el caramelo envenenado
A mí me parece muy bien que se use.... pero en SOLEDAD