Atencion, tocho insufrible sobre mi vida privada, pero esta película ha despertado en mí demasiados recuerdos que me gustaría compartir con vosotros.
Yo sí he estado, ( y luego lo he hecho yo como profesor) hasta las tantas de la madrugada hasta que has conseguido "clavar" una pieza en particular, pero claro, los primeros motivados éramos nosotros, y no había insultos, menosprecio, ni maltrato psicológico de por medio... al menos en el 80% de los casos..
Si, he visto situaciones como las de la peli. De hecho, bastante peores. Y aunque esa manera de entender la pedagogía musical ( y las prioridades vitales) pueda llegar a ser muy peligrosa, nociva y autodestructiva he conocido profesores como Fletcher, cuya brillantez está fuera de toda duda. También alumnos que son diamantes su pulir pero cuya prepotencia y soberbia, así como menosprecio a los demás, suponen un lastre importante.
Yo no lo comparto, considero que no todo vale, y creo en la motivación no destructiva psicológicamente hablando, el refuerzo positivo, la empatía y todas esas cosas que cierto sector calificaría de mariconadas. Ese cierto sector tiene éxito en un porcentaje sorprendentemente elevado. Nosotros también
. ¿Ahora bien, de qué tipo y cuán graves pueden ser las carencias emocionales y psicológicas ,a medio y largo plazo, surgidas del primer método pedagógico? Por desgracia, muchas y muy graves.
Pasando a otro aspecto de la trama no obstante , no es necesario llegar a los extremos ni tener la forma de ser de los protagonistas de la peli, para, dependiendo de tu interés y metas fijadas, decidir conscientemente delegar a un segundo plano los demás aspectos de tu vida, porque estas absolutamente enamorado de lo que haces. De la música. Yo además empecé extremadamente joven y tenía varios acicates; procedía de un pueblo pequeño y familia humilde, me encontraba en un país extranjero, con la des ubicación que ello implica, y para colmo, mi discapacidad de nacimiento, debido a la cual prácticamente todo el mundo me dijo que me olvidase de hacer carrera en la música orquestal.
Al final lo conseguí ( constancia y sacrificio, practicar practicar practicar y practicar... muchas horas, años) , estudie composición y dirección de orquesta, acabé dedicándome a la docencia y disfrutándolo enormemente, trabajando durante años en diversos medios, analizando partituras cinematográficas. Cuando te vienes a dar cuenta, han pasado 15-20 años, y un buen dia conoces a alguien especial, y te enamoras, la relación se consolida... y se plantea el formar una familia... con lo que llegar a casa muchas noches de madrugada del trabajo es inviable, aislarte todo el día con tus partituras y análisis también... tienes que estar ahí. Para los que te necesitan.
Y lo dejé. Me volví al pueblo; ambiente tranquilo y sosegado y un trabajo administrativo rutinario, calmado, y fiable.
Soy feliz. Mucho. Me siento realizado como persona, ahora si, en todos los aspectos . ¿He dejado de componer, de analizar partituras, incluso de dirigir y dar conferencias ocasionalmente? No. Jamás podría. Es imposible. Pero mi familia es mi prioridad y responsabilidad absoluta . He eliminado estrés, tensión, y situaciones viciadas por puntos de vista enfrentados después de horas debatiendo con gente en el mundo de la música, que antes que nada, son mis amigos.
¿Lo echo de menos, a pesar de ello? Mucho, sobretodo la docencia. A veces, duele de lo mucho que lo añoro. Quema. Pero miro a mi alrededor, en el sofá del salón, y veo a mi mujer y a mis hijos y me digo a mi mismo que da igual los sacrificios que haya tenido que hacer respecto a lo que me apasiona. Lo que he ganado a cambio no tiene precio.