Lo realmente grande de Halo no son sus gráficos, ni su jugabilidad... es que es Halo. El primero es un juego mítico por todo lo que implicaba técnicamente, por su historia... pero creo que, sobretodo, por su protagonista y por la forma en que los de Bungie conseguían meterte dentro de esa historia. Fue la experiencia videojueguil más cercana a la experiencia cinematográfica (en primera persona) que hubo en la anterior generación.

De ahí que se convirtiera en lo que se convirtió, aunque técnicamente fuera un juego normalito.