Acabo mi pequeño paseo por la Muestra, aunque lo ampliaré en un futuro en alguno de mis rincones de la red.

"I am not a witch" se programó un poco por dar nota guay de exotismo, aunque en cierto modo es una película anti-fantástica, pues de lo que se trata es que, en ciertos países africanos, a las mujeres que dan problemas se las estigmatiza como brujas y se las interna en unos campos de donde no pueden salir, siempre atadas con un carrete de cinta blanca, pues, si se liberan de ella, la tradición dice que se convertirán en cabras. Desde luego es una obra diferente, menos aburrida de lo que pretenden ciertos espectadores del evento e incluso con varios momentos de sátira divertidos, aunque cuestiono un poco que en un festival de fantástico se programe una película donde los códigos del fantástico se usan con un fin de represión social.

"The endless", segunda peli en la Muestra del tándem Benson-Moorhead ("Spring") apuesta por el fantástico indie con pretensiones "de autor", pero su historia de sectas, entidades primordiales en un bosque, bucles temporales y realidades elásticas termina por parecer una advertencia contra el excesivo consumo de marihuana, queriendo suplir una factura visual algo pedestre (salvando el ocasional efecto especial) con una sucesión de ideas supuestamente flipantes que dejan una impresión algo indigesta de ombliguismo filosófico. Y, para los que creyeran que la ópera prima de estos mendas, "Resolution", no se iba a terminar nunca cuando la estaban viendo, la mala noticia es que esta peli es una especie de secuela.

"Thelma", del noruego Joachim Trier, es la otra gran peli para mí de la Muestra, y puedo dar fe de que, será muy de autor y todo lo que queráis, pero SÍ es de fantástico, con poderes sobrenaturales y varios momentos que se podrían considerar de terror. Misteriosamente, varios fans de la película de Craig Zahler, en la que Vince Vaughn tiene escenas de cuatro minutos en su celda en las que básicamente está inmóvil pensando y no pasa nada, consideran que Trier debería haber cortado media hora de su película. Hombre, va despacito, pero sabe muy bien lo que quiere contar y está conducida con mano de hierro, lo cual, tras la empanada de cannabis de Benson y Moorhead, sabía a gloria.

Y la clausura, en lugar de la anunciada "Pacific Rim: Insurrection" (postpuesta al día 20), tuvo lugar con "Siete hermanas", de otro cineasta noruego muy diferente, Tommy Wirkola. La peli tiene muy buen ritmo y mucho desparpajo, cercano al tebeo, y el hecho de que Wirkola sea un pequeño veterano del gore con la saga "Dead snow", asegura que sus secuencias de acción no están edulcoradas y poseen la suficiente crudeza. Resulta divertido ver la séptuple caracterización de Noomi Rapace, casi digna de un anime, aunque creo que el hecho de rodar en Rumanía da a las localizaciones un toque de "vieja Europa" que no estoy muy seguro de que funcione a favor de la peli, cuya premisa, un retorno a las distopías de la superpoblación tan típicas de los 70, parece ignorar a propósito todo el multiculturalismo futurista que forma parte del género desde "Blade Runner".

En fin, otro año más de pasarlo bien intensivamente en una sala durante un din de semana. Habrá quienes prefieran que les lleven las pelis a su sofá, pero para mí no hay color.