Yo prohibía comer nada directamente. Ni de fuera ni dentro. Nada. Al cine se va a ver la película, igual que al teatro se va a ver la obra. No a comer. Ni a charlar. Ni a estar con el móvil.
¡Bienvenido a mundodvd! Regístrate ahora y accede a todos los contenidos de la web. El registro es totalmente gratuito y obtendrás muchas ventajas.Yo prohibía comer nada directamente. Ni de fuera ni dentro. Nada. Al cine se va a ver la película, igual que al teatro se va a ver la obra. No a comer. Ni a charlar. Ni a estar con el móvil.
What makes Megalopolis so strange and, for a big-budget Hollywood film, so singular, is that, just like Vergil’s Aeneid, it is at once accretive, allusive, and idiosyncratic because Coppola is attempting something very few artists have ever done: to speak from inside the imperial organism, even as it begins to crack, and to craft a vision that is both a monument to its grandeur and a requiem for its decline.