Tema: Yo he sido un niño Maltradado...

pues para mi esto no es maltrato ni nada parecido, esto va dentro de la condición humana, eso no quiere decir que no se haya que intervenir para solucionarlo.

Yo soy el padre de uno de esos dos crios y le suelto dos ostias que se le quitan las tonterias de meterse con otros crios.

y no empecemos con que pegarle una ostia a un niño por motivos excepcionales también sea maltrato.


Saludos

No hay ningún tópico en mi mensaje anterior, solo cosas que son verdades constatadas y me atrevería a decir que absolutas. Que los niños se peguen y tengan rabietas es una cosa, que establezcan entre ellos comportamientos de humillación y dominio unos sobre otros es otra muy diferente, y eso sucede. Cada vez que surge un tirano no falta que le crezcan esbirros y lameculos, y la labor de esta gente sobre sus víctimas llega hasta límites insospechados.

Y lo de la naturalidad de que te crezca el pelo y las uñas, pero las cortamos... se me vienen a la cabeza ejemplos de muchas "actitudes" ó "formas de vida" que no son "naturales" y no se "cortan"

Explícame esto, que no se a que te refieres exactamente.

No saquemos las cosas de quicio. Los niños se pelean por que son niños, y no hay que buscar futuros traumas emocionales en ello.

Pero es que surgen; no es que los busquemos, es que surgen, lo queramos o no. Te voy a poner un ejemplo que conzco de primera mano: yo era amigo de siempre del chaval más apocado del cole, que las pasaba aún más putas que yo: cuando eramos pequeños, el tio era muy chiquitajo y bastante torpe, así que siempre se reían de él en clase de educación física, cuando no lo usaban de pelota (en el sentido literal del término, le hacían un corro y se lo pasaban unos a otros a empujones, mientras el chaval lloraba y gritaba por favor que lo dejasen en paz; más de una vez me metí en ese corro a hostias para acabar tendido en el suelo molido a patadas y pedradas o convertirme en la nueva pelota)

Resultó que con 14 años seguíamos siendo amigos; ni él ni yo nos comíamos un rosco en mi cole en Madrid. Un buen día, en el patio, "ligamos" con unas chicas del cole y fuimos invitados a la casa de una de ellas porque no estaban sus padres; cuando empezaron a ponerse cariñosas (ya sabes, que te dejaban darles un besito y chuminadas típicas de la edad) y estábamos los dos más contentos que unas castañuelas, se fueron a la cocina para hacer algo de merienda, y empezaron a aparecer los matones del patio, los dos novios de las chicas y otros 6 amigos.

Empezaron a intimidarnos y a reirse de nosotros, las tías se descojonaban a mandibula batiente y nos humillaban mostrándose "cariñosas" con sus novios que empezaron el jueguecito de la pelota con nosotros. Mi amigo lloraba a moco tendido, jamás he vuelto a ver tal expresión de humillación y desamparo en ninguna persona; yo me eché a llorar también, pero al tercer empujón agarré un cenicero de cristal de una estantería y descalabré a uno de los matones; te aseguro, sin ningún rubor, que mi intención era matarlo, tal era la rabia y la impotencia ante la situación.

El tio empezó a sangrar como un cerdo y a dar gritos, uno de los chavales que me sacaba medio cuerpo me dio una patada en la tripa y me envió contra la pared, y mi amigo se hizo un ovillo en el suelo, gritando como un bebé. Los vecinos llamaron a la puerta y las chavalas acudieron deprisa, diciendo que había que llamar a la policía porque yo había intentado matar a uno de sus amigos y se estaba desangrando; entre tanto, a mi me curtían de lo lindo entre todos. Los vecinos llegaron e impusieron paz, pero al final el que pagó el pato fui yo: todos los chavales a una insistieron en que no nos habían provocado de ninguna forma, y todos me señalaron como un chaval peligroso.

Mi amigo se quedó mudo, digo mudo, durante dos semanas, los padres de las chicas y del chaval herido querían demandarme, mis padres me echaban broncas y yo estaba más solo que la una, porque ellos tampoco me creían. Al final mi amigo habló, ayudado por el psicólogo del cole, y contó todo lo que había pasado; entre eso y todas las incongruencia de los matones, los adultos reconstruyeron el hecho. Los padres de los matones y de las chavalas, que antes se deshacían en insultos a mi y en amenazas de demanda, se deshicieron en excusas "son chiquilladas, no hay que sacarlo de quicio".

Al final todo quedó en nada: los hijos de puta fueron cambiados de clase para que no estuviesen todos juntos, ese fue su castigo. Yo fui enviado a una terapia para estudiar mi conducta, porque ni mis padres ni los de mi amigo querían "meterse en problemas" ante la perspectiva de un largo juicio contra gente con mayor nivel económico que nosotros; después de varias sesiones, le pregunté al psicólogo si realmente yo estaba loco, si es que el mundo debía ser así de cruel e injusto, si es que debía joderme y aguantarme y dar por sentado que el abuso y la humillación forman parte de la vida y debía tragarmelos y no dar problemas.

El psicólogo me miró muy seriamente, y su tono de voz cambió; dejó de hablarme como un niño, casi recuerdo sus palabras exactas: "tú tienes realmente un problema, un grave problema. Tú no estás loco, Pablo, muy al contrario: tu gran problema es que eres un individuo demasiado cuerdo en un mundo de locos. Tienes un gran sentido de la lógica y la justicia, pero quienes te rodean ni lo comparten ni lo entienden. Debes aprender a luchar de otra manera, usa la cabeza y no la violencia o acabarás muy mal."

Todavía me hicieron falta varios años más para asimilar las palabras de este hombre, pero no hay bienes en el mundo suficientes para agradecérselas. Mi amigo, sin embargo, aceptó aquello que yo no quería aceptar, ceptó que en le mundo hay gente que jode y gente que es jodida, y que él era de los segundos. Se convirtió en un guiñapo humano, tanto que la última vez que supe de él, hace tres o cuatro años, no había tenido aún relación sexual alguna (con cerca de treinta tacos) e incluso cuando hablaba no mira a nadie a los ojos; siempre rehuía el contacto físico y jamás hablaba de sus sentimientos. Lo único que me salvó a mi fue el ser un bruto, el llenarme de odio, el ser, de alguna manera, más fuerte que él, pero si no, habría acabado siendo lo mismo, de hecho a veces me sorprendo a mi mismo tomando las mismas actitudes de ostracismo y aislamiento que tiene él, rehuyendo los problemas y los enfrentamientos por miedo a la humillación.

Se que este chaval está en terapia de grupo desde hace años, he hablado con sus padres y no te imaginas los esperpentos humanos que hay en su grupo, todos ellos con trabajo e incluso con familias, aparentemente "normales", pero todos con infancias traumáticas marcadas por el abuso y las humillaciones en su niñez.

No, los traumas no los buscamos, no son tópicos, los traumas surgen, están ahí; quienes no lo entienden o lo niegan es, o porque han estado del lado de los acosadores, o porque nunca les ha tocado de cerca, o porque tienen algún tipo de fortaleza de la que otros (muchos otros) carecen, o quizá porque no están dispuestos a admitir aquellas facetas de su comportamiento que han sido modificadas por este tipo de hechos, quizá por miedo, quizá por no volver a sentirlo, quizá porque, como decía antes, piensan que "la vida es así" y que esto "le pasa a todo el mundo". Vuelvo a repetir: mal de muchos, consuelo de tontos. Una injusticia es una injusticia, la padeza una persona o un millón. Estas cosas ocurren y deben ser combatidas, por supuesto, desde la equidad y el sentido de la justicia.

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Todos, absolutamente todos cuando hemos sido niños hemos estado en una u otra posición. O en el grupo de los fuertes o en el de los débiles de clase.

Tanto unos como otros maduran, y con el tiempo reconducen su conducta. Los débiles suelen endurecerse y los fuertes suelen reblandecerse.

No es más que un ciclo de la vida hasta la madurez.

Maltratadores, acosadores sexuales, o asesinos pueden haber tenido una infancia en el bando de los duros o de los débiles.

La vida son sentimientos, emociones, golpes, recuperaciones, hundimientos. Intentar controlar esto es poner puertas al campo.

Una cosa es velar por evitar la violencia y otra muy distinta educar a nuestros hijos dentro de una burbuja de cristal, por que cuando salgan de ella, la primera ostia que se lleven en la madurez será más dura que 50 que se hayan podido llevar en la infancia.

Saludos.

Y tu mensaje no creo que se incompatible con el de Toshiro, krell; no creo que nadie hable de burbujas de cristal, o de sobreprotección... pero el dejar impune una conducta injusta es el primer paso para considerar esa conducta como algo normal. Puede ser algo cotidiano, pero de normal tiene poco.

De críos deberían quemarnos las puntitas de los dedos con cerillas. Nunca se sabe si de mayores vamos a ser víctimas de algún incendio...

Nadie habla de burbujas de cristal. Hablo de combatir estos hechos para demostrar a los maltratados que no están solos, porque esa es la sensación que tienen, o al menos demostrarles que lo que les ha pasado no es justo.

Y no, no todo el mundo madura y reconduce su conducta, en absoluto; si eso fuera así, no necesitaríamos psicólogos ni psiquiatras, y las consultas de estos están hasta los bordes. Algunos ni siquiera llegan hasta la edad adulta y se quitan de en medio por el camino.

No es lo mismo ir por el mundo recibiendo hostias a pecho descubierto, pensando que eres un puching ball y que te las mereces, que ir con la armadura de la lógica y el sentido de la justicia. El problema es que los traumatizados se quedan, por siempre, en el primer grupo, te guste o no te guste, y acaban provocando nuevos problemas y traumas a quienes les rodean.

:ipon

Kurosawa, tienes razón en absolutamente todo lo que dices, pero tienes una visión exagerada y sospecho que es producto de todas esas cosas que te pasaron, que de verdad con sólo leerlas me da un terrible dolor de estómago porque es muy fuerte toda tú experiencia, y la de tú amigo peor.

Hay casos en que un niño puede criarse en un ambiente de neutralidad y pasar la mayoría de su vida en equilibrio, por ejemplo: yo.

Desde chico tengo una contextura por genética bastante fuerte, con rasgos faciales de persona "dura", además soy bastante alto, a los 15 años por ejemplo ya medía 1,79cm (actualmente mido 1,89 y tengo 27 años), y soy deportista desde los 6 años; eso ayudó a crear una reputación de persona fuerte y con mala leche sin hacer casi nada para ganarme ese título, pocos tuvieron las agallas de hacerme algo y por lo general tenía amigos bastante tranquilos hasta los 17~18 años.

Un día (tenía 12 años) un chico de la clase se acerca con una risa (y veo reirse a varios chicos detrás) y me dice "pero que cara de marica tienes tío", yo sin decirle nada lo sigo mirando, inmediátamente el chico me pega en la cara con el puño abierto y la clase entera riéndose a carcajadas, casi por reflejo le mandé una ostia con lo que yo recuerdo era "toda mí fuerza" en el centro de su cara y el chico cae como un tronco al suelo sangrando. Le rompí el tabique de su nariz y estuve expulsado del cole por dos semanas. Esa fue la última vez que apliqué la violencia hasta que empecé a trabajar, y desde ese día creo que se descubrió realmente hasta donde era capaz de llegar. Yo veo esa experiencia como una especie de prueba, nunca más nadie se atrevió a provocarme de esa manera.

Yo no era ni de un grupo ni de otro, me considero neutral, nunca nadie me maltrató y yo no maltraté a nadie. Casos como el mio?, ni idea.

A mí me echaron a empujones de una exposición de manualidades con catorde años. Había cambiado de ciudad (enemigas por el fútbol) y era motivo de burlas constantes. El matón mayor no hacía más que provocar, y terminó por los aires y aplastando una bonita maqueta de madera. Desde entonces ya fue mi más preciado amigo, y el resto de intimidadores se lo pensaron mejor. Hoy día, ese matón es un doctor respetable y gran persona. Una cosa es mostrarte duro ante los problemas de la vida, y otra muy distinta es ser blanco de burlas constante de los demás, y sentirte una jodida mierda. A veces pienso qué hubiera ocurrido en el caso de haber sido yo el que saliera volando. Probablemente habría tenido que cambiar de colegio. No lo sé. Aunque tengamos catorce o quince años, bien sabemos cuándo actuamos de forma cabrona. Lo curioso es que, el tiempo que duré en ese colegio, cada vez que veía una mamonada me metía por medio. ¿Me sentía Eastwood? Puede ser. Pero mi conciencia quedaba fenomenal. Incluso hace un par de años me encontré con un vendedor de frigoríficos que me recordaba por haberlo salvado de una trifulca escolar. Qué cosas.

Caramba, acabo de leer lo escrito y he quedado anonadado. Han quitado lo de leyenda en mi nick, y ahora aparece mesías. ¡Qué fuerte! ¿Qué es lo siguiente? Espero que no sea algo así como Cristo...

Kurosawa, tienes razón en absolutamente todo lo que dices, pero tienes una visión exagerada y sospecho que es producto de todas esas cosas que te pasaron, que de verdad con sólo leerlas me da un terrible dolor de estómago porque es muy fuerte toda tú experiencia, y la de tú amigo peor.

Quizá tengas razón. El problema es, ¿porqué hay que recurrir a tener que meterle dos hostias a alguien? Muchos interpretan mi caracter sosegado como "falta de caracter" y cuando se encuentran con que soy capaz de defender mis posturas y mi dignidad a capa y espada se quedan a cuadros: no es la reacción que se esperan de mi, y entonces se cabrean aún más y la toman conmigo de forma en ocasiones despiadada. Y eso me ocurría entonces, y me ocurre ahora, y creo que me iré a la tumba y me seguirá pasando: por algo me llevo tan mal con guardias jurados y abogados...

En la vida siempre hay un matón detrás de cada esquina, un "gangster emocional" como los definió John Cassavettes, dispuesto a demostrarte que es más fuerte que tú, mejor que tú, que tiene más que tú, etc... Lamentablemente, tiendo a desarmarlos con palabras y argumentos y no me corto un pelo a la hora de combatirlos, lo cual me causa no pocos problemas, tanto que a veces uno tiene la sensación de que no merece la pena abrir la boca, que si ves una injusticia o si eres presa de ella, lo que debes hacer es quedarte calladito hasta que escampe el temporal y dar gracias a Dios porque podría haber sido peor.

Hace unos días vi Un hombre para la eternidad en el teatro y el personaje del hombre común decía una gran frase que representaba esto: "debes aprender a no dar problemas, y si los das, que sean aquellos que se esperan de ti". Yo tiendo a dar problemas que no es esperan de mi... estoy seguro que aquel chaval todavía le tiene miedo a los ceniceros después de ver lo que yo le hice con uno.

Los chavales maltratados tienden por desgracia a pensar a si, incluso se echan la culpa de los males de sus agresores al ver que estos no lo hacen; otros hemos aprendido a defendernos (aunque ocasionalmente uno cae en este tipo de reflexiones erróneas, y tiene que volver a autoconvencerse), pero es una triste gracia que la vida tenga que ser un continuo conflicto cuando, usando un mínimo la cabeza, podría ser diferente. Quizá si en vez de hablar primero y pegar después lo hubiera hecho al revés, no me habría causado tantos problemas y quebraderos de cabeza.

Pero entonces sería exactamente aquello de lo que estoy despotricando: un puto matón.

:ipon

En este post sería importante poner en la firma si tenemos hijos y su número. Como hacemos con los equipos homecinema o las colecciones de dvd. Así se pueden valorar las opiniones en su justa medida.

Cuando tienes un hijo y compruebas que está siendo vejado por uno de esos que llaman niños pero que en realidad son hijos de la gran puta la cosa cambia radicalmente. He sido testigo de casos en los que los colegios han mirado para otro lado sistemáticamente ante hechos de vejación sistemática de un niño y sólo han intervenido cuando los padres del afectado han decidido actuar dirigiéndose a los padres o a los "niños". Quiero decir que han intervenido, sí. pero para ponerse de parte del agresor. No olvidemos que un colegio es un negocio.

Iniciado por burlancaster

En este post sería importante poner en la firma si tenemos hijos y su número. Como hacemos con los equipos homecinema o las colecciones de dvd. Así se pueden valorar las opiniones en su justa medida.

Cuando tienes un hijo y compruebas que está siendo vejado por uno de esos que llaman niños pero que en realidad son hijos de la gran puta la cosa cambia radicalmente. He sido testigo de casos en los que los colegios han mirado para otro lado sistemáticamente ante hechos de vejación sistemática de un niño y sólo han intervenido cuando los padres del afectado han decidido actuar dirigiéndose a los padres o a los "niños". Quiero decir que han intervenido, sí. pero para ponerse de parte del agresor. No olvidemos que un colegio es un negocio.

No podría estar más de acuerdo. En mi caso, yo también fui maltratado de niño por mis demás compañeros de clase (y de otras clases). ¿La razón? ser bajito, gordito y no destacar en el deporte. Sufría un acoso constante, en forma de insultos, palizas, escupitajos, desprecios, marginación... Si intentaba defenderme (si no lo hacía directamente miraban a otro lado), entraban en juego los profesores ECHÁNDOMELA CULPA A MÍ (perdonad por las mayúsculas). Incluso una vez me hicieron pedir públicamente perdón en clase (INCREÍBLE). Además me amenazaban continuamente con echarme del colegio. Los "amigos" que tenía únicamente me querían por el interés, y una vez incluso me robaron en mi propia casa.

Gracias a Dios, hoy en día he superado casi por completo esta situación, tengo muy buenos amigos, he tenido relaciones sexuales y soy un hombre de provecho que estudia una carrera y le va bastante bien. Aún así, dichos problemas me han marcado de alguna manera, haciéndome un tipo bastante tímido, introvertido y reflexivo, y a veces incluso un poco desconfiado. De todos modos, cuando veo en que se han convertido la mayoría de mis maltratadores me alegra pensar que los hechos hayan sido como han sido, y no al revés.

Gracias a Dios, hoy en día he superado casi por completo esta situación, tengo muy buenos amigos, he tenido relaciones sexuales

Me he perdido. ¿Qué tiene que ver esto?
Puedo entender que influiría si en el pasado te hubieran vejado sexualmente. Digo yo. Pero esto sería un caso más destacable.

Entiendo también que los colegios hayan injusticias contra un determinado número de niños, y además terribles. Pero lo de violentar sexualmente a los chavales es harina de otro costal.

Iniciado por Diodati

Caramba, acabo de leer lo escrito y he quedado anonadado. Han quitado lo de leyenda en mi nick, y ahora aparece mesías. ¡Qué fuerte! ¿Qué es lo siguiente? Espero que no sea algo así como Cristo...

Tranquilo, que al ritmo que llevas pronto habrá overflow en el contador y petarán en cadena el foro, el servidor donde esté alojado y todo Internet. El fin de la civilización.

Iniciado por wakamole

Iniciado por Diodati

Caramba, acabo de leer lo escrito y he quedado anonadado. Han quitado lo de leyenda en mi nick, y ahora aparece mesías. ¡Qué fuerte! ¿Qué es lo siguiente? Espero que no sea algo así como Cristo...

Tranquilo, que al ritmo que llevas pronto habrá overflow en el contador y petarán en cadena el foro, el servidor donde esté alojado y todo Internet. El fin de la civilización.

Que vá, el próximo paso será la crucifixión

Tranquilo, que al ritmo que llevas pronto habrá overflow en el contador y petarán en cadena el foro, el servidor donde esté alojado y todo Internet. El fin de la civilización.

¿Y te duele?
Al fin y al cabo, todo es efímero...

Salve, Mesías !!!

Ya. Ya me esperaba yo todo este cachondeíto. Alguno pedirá ahora la hoja de reclamaciones...

Ahora si que vamos a poder crear una nueva religión

Sí, pero nunca olvidaré esta frase: "Jamás confiéis en los falsos profetas...". L)

¡Oh Diodati, mi gran Mesías! ¡Iluminanos con tu eterna luz el camino que debemos tomar, para que la oscuridad no nos lleve a falsos destinos!

No habría que decir Diosdati :?

¡Bah! No tardarán en llegar otros para corregir vuestra palabras respetuosas y enfáticas para llamarme esa ordinariez de Dioflauti...

Pues ya han pasado unas horitas y aún no te han llamado así... si que tardan...

Sí, para dejarme por embustero...