A ver, cuando fui no salí de marcha (aunque estuve dando vueltas por la zona que creo era la de marcha -por los locales y las meadas en las esquinas-...).
Cuando digo lo del ambiente... No sé... supongo que estoy acostumbrado a una ciudad viva las 24 horas como es Barcelona (o lo intenta). Y en Zaragoza recuerdo estar un sábado por la tarde y no tener esa sensación... no sé... lo que me gusta de Barcelona es que me resulta una ciudad en constante movimiento, cosmopolita y excéntricamente moderna. Y Zaragoza venía a ser todo lo contrario (lo poco que yo vi, obviamente).