Ahora mismo ejercen más bien de tablón publicitario de las editoras. Se echan de menos informaciones contrastadas (es frecuente que las características de las ediciones no se correspondan con la realidad), críticas contra tanta tropelía como se comete en nuestro mercado (es clamoroso el estricto silencio sobre ediciones con formato mutilado, sin subtítulos, censuradas, etc) y análisis frecuentes de los lanzamientos, con opiniones y capturas, en vez de las reiteradas e innecesarias comparativas entre el BD y el dvd de hace diez años.
En fin, es lo que hay, qué se le va a hacer. Al menos nos enteramos (a veces) de lo que preparan las editoras para el mes siguiente.