Desde "Ellas y el sexo débil" no había visto semejante despropósito. Yo sabía que iba a ser mala, pero comprobar que las promos están mejor hechas que la serie...Mira que ya hay que ser burro...
Hay tantas incongruencias, tantos fallos de planificación, tantos errores de guión que no sabría cómo empezar.
Los cinco últimos minutos son antologicos, sobre todo cuando uno de los personajes sale huyendo por una vía y comprobamos cómo poco a poco se le van cayendo los pantalones esos tan modernos que llevan ahora los jóvenes. Y luego el micrófono que se les coló en mitad de un diálogo. Y la sangre que aparece y desaparece...en fin, una gozada.
Por eso digo yo que a lo mejor Ana Obregón está detrás de esta serie, porque hay que ser inútil para rodar semejante basura.
Yo creo que hay que verla pero por reirse..
Eso sí, la semana que viene el prota sale sin camiseta, como mandan los cánones...