
Iniciado por
Findor
Yo creo que las cosas se definen en una frase, que ya decía Bob Dylan, "Los tiempos cambian".
Nadie está quitando mérito a lo que fueron las sagas, pero la reiteración cansa. No podemos esperar que ahora vuelvan a sacar el Gran Turismo 1 y que "revolucione" el mercado, porque ha llovido que te cagas desde entonces.
El resident Evil era una revolución, el 2 fué la cima del género por la época, luego salió el Silent Hill y el coñazo del RE3, el rey ha muerto, viva el rey. Silent Hill 2 fué la cima de la saga, luego el 3 y el 4 son coñazos y aparece RE4, el rey ha renacido, viva el rey.
Los FIFA molaban porque cambiaron el estilo (y porque los Winning Eleven de SNES no los conocía ni dios), luego con el FIFA en 3D (mierda), llega el Winning Eleven 4, el FIFA de Megadrive será genial, pero lo que mola es el otro, veremos que pasa con los nuevos ISS.
MGS molaba porque era una película en PSX, pero no era más que una revisión en 3D de lo que había en MSX. Ahora es una saga cansina, porque se repite como el ajo, y el 4 molará, pero prefiero la vuelta de tuerca que Spliter Cell ha dado a la infiltración (1 y 4, el 2 y el 3 son relleno).
El problema de las sagas es que tienen altibajos, no se puede esperar hacer 4 juegos iguales y que la gente se compre religiosamente todos para jugar a lo mismo (menos el ISS). Los jugones con inquietudes se cansan de lo mismo siempre y buscan alternativas, Medal of Honor era "LA SAGA" de FPS de segunda guerra mundial, hasta que aburrió a las piedras (sobretodo con el Pacific Assault) y salió Call of Duty, con un ambiente más inmersivo (esa fase de Stalingrado), y de momento ahí sigue viendo el COD4.
Ejemplos como este hay a montones, juegos que en su tiempo revolucionan el mercado y que luego se apalancan pensando que eso les vale, mientras la competencia mejora.
Claro que hay veleta, hacia lo mejor, uno es jugón, pero exigente, si el GT me aburre y el PGR3 no, me paso allí, si el PGR4 es una mierda y el GT5 es mejor (no gráficos), volveré.
Tú lo llamas veletismo, yo lo llamo variedad o "no casarse con nadie".