El rodaje está previsto para marzo en vista de los montones de compromisos que tiene Rachel Weisz, que no para y cuya futura agenda reúne papeles tan variados como una madre alcohólica en una película de
Phillip Noyce, un cadáver en un filme de
Peter Jackson, y tal vez una malvada malísima en
Sin City 2.
En algún momento se barajó que la coestrella de Weisz fuera el INMENSO
Sacha Baron Cohen (Borat, Ali G).
Pero no ha podido ser, para desgracia de todos sus fans, porque a Sacha el guión le pareció un pelín espinoso (con lo suelto que es éste y ahora se nos pone puntilloso).
Tal y como nos tiene acostumbrados Amenábar,
la película está rodeada de confidencialidad (cosa que, la verdad, me parece muy recomendable; que si escuchas demasiado de una película, cuando la estrenan te parece que ya la has visto).
No se conoce el título, no se sabe por dónde van los tiros esta vez (
thriller? terror? intimista? profunda?) y del argumento -súper secreto-, pocos saben prácticamente nada.
¿Prácticamente? Bueno, aquí
Infiltrada información gratuita les puede decir que el nuevo proyecto de Amena vuela muy alto (se habla de un presupuesto de más de 45 millones... GLUP!) y
que tiene un punto sacro-santo pues algo tiene que ver con las religiones y/o las religiones a través de la historia, o algo por el estilo. Es decir, en conclusión, ni idea de qué nos deparará esta vez.