Estimado Murphy.
Lo lamento mucho, pero no estoy en absoluto de acuerdo contigo (te lo digo con todo el respeto del mundo). Las Dynaudio Consequence son unas cajas acústicas difíciles de atacar, con una sensibilidad baja (84 dB) y un filtro divisor de frecuencias muy musical pero complejo (configuración en 5 vías). La diferencia entre una etapa de potencia que entrega un máximo de 60 amperios y otra que entrega 135 amperios consiste en que esta última será capaz de ofrecer a las cajas toda la demanda de corriente que precisan en pasajes difíciles, como aquellos en los que es necesario restituir complejas masas orquestales sin llegar al clipping. Por esta razón, es mucho más probable que la etapa gorda, la de 135 amperios y 400 vatios de potencia, no se arrugue en condiciones exigentes, preservando su capacidad dinámica y controlando los transductores de la cajas con precisión (una cualidad muy importante sobre todo en lo que concierne a los altavoces de graves, y las Consequence tienen 2 de 12 pulgadas cada una). De hecho, como sabrás, en estas condiciones la tasa de distorsión es menor que si el amplificador llega al límite de sus posibilidades. Un amplificador al borde de la extenuación (o del clipping) puede acabar dañando las cajas y además comprime que da gusto, mientras que uno sobrado de potencia y, sobre todo, con una generosa entrega de corriente garantiza un comportamiento mucho más homogéneo.
La metáfora que me has propuesto de la bombilla está totalmente desacertada, créeme.
En cualquier caso gracias por tu opinión porque con estas discusiones coherentes todos aprendemos y enriquecemos el foro.
Un abrazo.