Existen varios títulos cuya baza fundamental es la estética (cromatismo, iluminación, ambientación, efectos, vestuario), sin que ello perjudique la historia, es decir, que además de ser "bonito" tenga "algo que contar".

En este sentido resulta paradigmática Excalibur(1981), la ejemplar película de John Boorman sobre la leyenda del Rey Arturo. Con una excelente fotografía de Alex Thomson y un cromatismo hipnótico (esos destellos verdes).

Otro caso singular es la escenificación de Querelle (1982) por parte de R.W. Fassbinder, haciendo hincapié en colores anaranjados y otoñales, que terminan por dotar a la historia un aire surreal, crepuscular y onírico.

La discutida y discutible Legend (1985) de un Ridley Scott embriagado, tienen dos pilares fundamentales: la belleza plástica de sus imágenes y los special make-up effects del gran Rob Bottin.

La menospreciada Masacre ne Texas 2 (1986), bajo la dirección de un desquiciado Tobe Hooper, resulta todo un precente del cine de Rob Zombie. Una secuela inconformista para paladares bien entrenados.

Dario Argento hace un interesante ejercicio con la manipulación del color en Suspiria (1977), con un resultado muy personal e intrasferible. La película se asemeja a una fantasía de pesadilla en todo momento, parece fruto de una alucinación.

Drácula (1979) de John Badham, fue suavizada por su director, para darle cierto aire clásico y romántico. Creo que hace poco se comentó por el foro con motivo de su edición en DVD.

Luna de papel (1973), la preciosa obra de Peter Bogdanovich presenta un look muy cuidado, tanto en la recreación de la epoca como en la fotografía en b/n (se utilizaron filtros rojos para dar mayor nitidez a las imágenes).

Otra película de Scott, Blade Runner (1982), resultó bastante influyente gracias a esa recreación de un futuro sombrío, lluvioso y repleto de luces publicitarias.

Sin perdón (1992), la última gran obra del Oeste servida, como no, por Clint Eastwood, destaca también por su paisaje otoñal y ese final lluvioso.

Dick Tracy (1990), de Warren Beatty, un "cómic" en movimiento con colores chillones, maquillajes hiperbólicos y villanos sobreactuados. Foto de Vittorio Storaro.

Rob Zombie hace uso abusivo de la estética (pantallas partidas, borrachera de colores, asesinatos guiñolescos) en La casa de los 1000 cadáveres (2003), con resultados ciertamente estimulantes.

La magnífica Las colinas tienen ojos (2006), en versión Alexandre Aja, también hace uso constante del color, resaltando el contraste entre el ocre del paisaje y el rojo vivo de la sangre.


¿Algunas más dignas de vuestro interés? Tomo nota.