Tema: Anatomía de una caída (Anatomie d'une chute, 2023, Justine Triet)

Estreno, 6 de diciembre

https://x.com/Filmin/status/1715680577767067771?s=20

Saludos

Vista

La mejor peli SIN DUDAR de las que optan a premios esta temporada.

Coincido con hannaben, si no es la mejor, es una de las mejores películas de la temporada.

Las películas de Triet que he visto me han gustado mucho, ésta me ha encantado. La historia me ha enganchado, la forma en que se nos presenta y se van añadiendo detalles (la casi

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ceguera del hijo, que yo no he notado al inicio, la bisexualiad de la madre)

que crep que dinamizan todo pero que tampoco son golpes de efecto desmedidos. Por tanto, me ha gustado el tono, pausado, muy centrado en los diálogos, pero que a la vez me parece que tampoco tiene tiempos o situaciones muertas, sin ir más lejos hay

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un elipsis de un año a mirad de la historia

También me ha encantado el tono ambiguo de toda la película

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al final no sabemos a cierta acierta qué sucedió y para mí casi lo mejor es que no me importa

Yo me he montado mi propia película donde creo que

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el hijo termina decidiendo (diálogo clave con la tutora judicial) que el padre se suicidó, tanto por la escena en que le vemos en el ático, donde abre la ventana -digamos que lo visualiza- y por la declaración final que hace en el juzgado -que para mí diría que es inventada porque vemos el flashback pero aunque el padre vocaliza lo que oímos es la voz del hijo diciendo el diálogo-. Por tanto, para mí el hijo consigue así su objetivo, que al inicio dice que necesita saber que pasó, partiendo desde el punto de inicio que sí creo cierto (y que ya vemos que el hijo reproduce de nuevo con el perro de la ingestión de las aspirinas) aunque no lo sepa lo que pasó a ciencia cierta

porque para mí eso es lo mejor de la película que

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no sepamos si la madre ha matado al padre o no.

Porque por la excelente secuencia

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en flashback, la pela conyugal,

cada uno, creo, vamos a empatizar con un personaje u otro pero no creo que sirva para

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saber si fue la causa de un asesinato o de un suicidio

Y en este sentido, el buen hacer de Triet me parece logradísimo, sobre todo en la explicación musical que yo he interpretado en la historia, como sólo hay tres temas, verdaderos leitmotivs en el soundtrack:

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el tema cañero del padre, el maravilloso Asturias de Albéniz que toca a piano el hijo y un tema de Chopin que identifica a la madre. Para mí el uso de los temas cuenta la historia: el malestar del padre está representado por ese tema de rap, casi insidioso y solo por esa música (que al padre nunca le vemos en el presente (sólo en dos flashbacks). Luego tenemos el tema Asturias que el hijo toca de forma casi compulsiva, que par a mí muestra todo el conflicto que tiene tras la muerte paterna. Luego ésta el tema de Chopin que si no recuerdo mal lo toca por primera vez la madre al piano con su hijo, este está con el tema de Albéniz, la madre se acerca y se pone a tocar a Chopin y luego le sigue el hijo, para mí ese es el momento de unión de ambos, donde el hijo empieza a sintonizar con la madre. Luego, en la declaración final el hijo dice que el iba con el padre en el coche y que éste, no había puesto música cuando siempre lo hacía. Yo lo inrtepreto como otro detalle del carácter inventado de la escena - no está el leitmotiv paterno- y a la vez como la despedida del hijo hacía el padre, le deja ir, cierra el conflicto con él al decir que se suicidó. Finalmente en la reunión final materno-final vuelve a sonar Chopin.

Finalmente, alabar al reparto creo que Sandra Hüller realiza una de las interpretaciones de la temporada, estando perfectamente secundada por Swann Arlaud y también está por ahí Antoine Reinartz, intérprete que según la película consigue que empatice un mon´ton con su personaje o que me produzca rechazo.

Saludos

Interesante película judicial.

Tono bastante aséptico en toda la película, menos en la última escena, clave, que se permite un capricho en forma de tono juguetón para sembrar más dudas de las que ya teníamos:

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La madre en toda la película ya ha dado sobradas muestras de ser una mujer fría y poco dada a las muestras de cariño, pero con el perro se prodiga en excesivas carantoñas,... ¿Quizá como agradecimiento por haberle sacado del tremendo 'embolao' en el que estaba inmersa?

Y brutal el dilema moral del hijo:

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o confía en la madre aún a riesgo de haber matado realmente a su padre; o la condena aún a riesgo de ser inocente.

Hace años tuve la suerte de disfrutar de la magnífica película francesa Une intime conviction -tan subvalorada en mi opinión-, donde unos impresionantes Marina Foïs y Olivier Gourmet daban vida a unos personajes enfrentados a la desesperada búsqueda de la verdad en medio de un proceso judicial extremadamente duro. Me impresionó la teatralidad del sistema judicial francés, que me pareció aún más provocador y visceral que el norteamericano, y donde a veces más parece importar la capacidad retórica de los letrados que el discernimiento de la verdad.
Aquí nos encontramos con un planteamiento narrativo completamente diferente: no se trata de una historia contada desde el punto de vista de la organización de la defensa de un acusado, sino desde la reconstrucción a retazos, y en medio de un proceso judicial, de una relación sentimental conflictiva a lo largo de años entre un hombre y una mujer, en medio de reproches y acusaciones. El centro de la historia, pues, recae plenamente en una formidable Sandra Hüller que trata, contra viento y marea, de mantenerse entera y firme en medio de un vendaval de dudas y contradicciones; algunas comprensibles, otras no tanto. Se nos presenta como una figura que intenta sostener un mundo que se desmorona y del que intenta proteger a su hijo, pero adivinamos siempre en sus nerviosos gestos, en sus miradas y dudas una íntima fragilidad, fragilidad que se revela con toda su brutalidad

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en la emotiva escena de su hundimiento en el coche de su abogado la noche antes de la declaración de su hijo, quizás el momento más brillante del filme, por su ambigüedad y sentimiento.

A la figura de Hüller se contrapone la de Antoine Reinartz, un fiscal joven, rápido y extremadamente sagaz para acorralar a los testigos, siempre llevando hasta el límite de lo judicialmente aceptable sus intervenciones. Este es el centro de la historia, pues es una historia judicial plena, y en torno a este giran el resto de personajes, incluso el desvalido hijo de la pareja, con tan difícil papel en la película, jugando con una ambigüedad y doblez muy interesante pero que resulta ser la parte más endeble, en mi opinión, de la película. Y me explico:

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El principal problema de la declaración del menor ante el tribunal es que la cineasta juega superficialmente con los espectadores y crea falsas expectativas mostrando una gradual tensión de la situación: primero vemos a la jueza paralizando el mismo proceso judicial, entre murmullos y perplejidad, sin que sepamos inicialmente la razón. Cuando finalmente se anuncia la sorpresiva declaración del niño, la cuerda se tensa. La misma jueza advierte severamente que madre e hijo deben estar separados ese fin de semana:¿qué tiene que contar de nuevo que es tan grave? Vemos cómo se desmorona la madre... Durante unos minutos la autora juega con nosotros y siembra la duda: ¿llora porque teme que el niño revele algo no contado hasta ahora o llora porque ha sobrepasado el límite del dolor ante el rechazo de su hijo? Y aún más: ese rechazo a su madre alimenta falsamente en el espectador la sospecha de que el niño tenga que revelar algo que la dañará.
Cuando finalmente oímos la declaración, todo es sorprendente y decepcionante a la vez: un niño de diez u once años habla y se comporta con una frialdad y una oratoria propia de un letrado, hasta discutiendo con la jueza los términos de su declaración. Pero lo más sorprendente es esa muy ambigua decisión de la directora (que ya ha señalado antes Tripley) de mostrarnos la escena del viaje al veterinario no oyendo al mismo padre, sino la voz del niño, que la reconstruye... ¿Es pues real o es una invención del niño para salvar a su madre? El problema es que al mostrarnos esas imágenes tendemos a creer su veracidad pues somos testigos omniscientes (el tribunal evidentemente no las ve) pero la directora decide jugar con nosotros mismos añadiendo esas gotas de ambigüedad. Es un truco un poco pedestre que destensa súbitamente casi treinta minutos de expectación, pues lo que cuenta resulta ser casi irrelevante; apenas una interpretación de un recuerdo, cuando no una simple invención. El mismo fiscal se contiene, temeroso -supongo- de la reacción del jurado o de la jueza. Acorralar a un menor ciego entiendo que es un tema muy delicado, aún cuando su testimonio aparenta ser decisivo.

También resulta curiosa la decisión

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de mostrarnos toda la escena de la conversación entre la acusada y el fallecido (de nuevo somos espectadores omniscientes), a excepción casualmente de los momentos claves de la agresión, que son sustituidos por una descripción de la misma acusada. ¿Quiere impedir la directora que pudiéramos llegar a formarnos una imagen distinta de la que muestra el personaje toda la película, tan frágil como ponderada? Termino con la extraña sensación de que la misma directora quiere orientarnos hacia la inocencia de la acusada mediante la velada ocultación de hechos incriminatorios.

Debilidades aparte (y homenajes al proceso Paradine aparte), las casi tres horas de película nos muestran las sombras que la verdad esconde, el difícil dilema al que se tienen que enfrentar los tribunales cuando los datos objetivos no indican nada concluyente, como vemos desde el mismo momento de la autopsia. En ese aspecto, en el sombrío mundo de las ambigüedades y las dudas, la película funciona con una agilidad sorprendente a pesar de su largo metraje y sus actores encarnan con brillantez las debilidades y miserias de la naturaleza humana, así como las limitaciones que todo sistema judicial tiene.

Sí, yo también pensé

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que a la última intervención en el juicio se le daba demasiado bombo para la chorrada que fue. Además, al conocerse el veredicto justo a continuación de la intervención del niño, se da medio a entender que éste ha sido a consecuencia de aquella. Además, el niño ya había dado muestras de priorizar el salvaguardar a su madre antes que a la verdad con el tema de las escuchas desde el exterior.

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Lo de visibilizar la escena de la disputa, del veterinario,...

supongo que a la directora no le quedaba otra si no quería que le quedara demasiado teatral y no ahuyentar a los espectadores enemigos de sólo diálogos sin cambios de escenarios.

Spoiler:

El Niño, y la Justicia, ciegos en pos de la Verdad, pero a veces ésta no se puede encontrar por mucho que se rasque, ¿y qué hacemos en ese caso?

PD: ¿y al perrillo se le echó droja en el rodaje??? A ver, yo no me escandalizo (entre otras, veo "Furtivos" de Burau con frecuencia ya que es de mis pelis de cabecera), es simplemente que tal y como está la concienciación animal hoy día, me sorprende. Por ejemplo en España me extrañaría que se pudiera hacer algo así con la nueva ley de bienestar animal.

Dejamos opinión sin spoilers...

Y ojito que Sandra Hüller no es la única recibiendo elogios y premios...

https://www.eldestapeweb.com/atr/can...box=1685120305

Iniciado por rauletito

PD: ¿y al perrillo se le echó droja en el rodaje??? A ver, yo no me escandalizo (entre otras, veo "Furtivos" de Burau con frecuencia ya que es de mis pelis de cabecera), es simplemente que tal y como está la concienciación animal hoy día, me sorprende. Por ejemplo en España me extrañaría que se pudiera hacer algo así con la nueva ley de bienestar animal.

No, que en los títulos de créditos finales sale la mención de que ningún animal ha sufrido en el rodaje

Saludos