Tema: Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald, 2018, David Yates)

Vista.
Vaya tela J. K. Rowling, vaya tela...

Mira que he crecido con los libros de esta mujer y que sus historias y personajes me han llenado como pocos, pero su labor como guionista en estas nuevas películas me están dejando una sensación de amargura difícil de digerir. Si a eso le añades la poca sangre que tiene David Yates a cargo de la puesta en escena pues ya me rematas del todo.

Llevo desconectado emocionalmente de la saga cinematográfica desde La Orden del Fénix, mi interés sólo repuntaba puntualmente a lo largo del metraje de esas cuatros últimas películas gracias a que la historia y los personajes que tanto amaba seguían estando allí, pero la experiencia me resultaba fría y distante principalmente por culpa de la puesta en escena de Yates. Y ahora, sin un apoyo literario que mueva mi interés, me siento en una sala de cine ansiando que esta nueva serie de Animales Fantásticos me produzca alguna sensación medianamente similar a la que me produjo la saga madre en sus mejores entregas, para encontrarme con un "espectáculo" que sólo me provoca sopor y un gran vacío interior.

Los crímenes de Grindelwald es una película plana, narrativamente muerta, que cuenta poco, y lo poco que cuenta lo cuenta de forma enrevesada y poco inspirada

Spoiler:

esos flashbacks eternos con voz en off contando la conexión con la familia Lestrange y el culebronesco intercambio de bebés me parecen de juzgado de guardia.

La forma tan forzada e incomprensible en la que todos los personajes se encuentran a la misma hora y en el mismo lugar durante el discurso de Grindelwald me dejó creyendo que debía de haberme quedado dormido en algún punto del metraje perdiéndome información importante, pero no, sencillamente era una muestra más del desastre narrativo al que estaba asistiendo con esta película.
Ni la tan cacareada aparición de Jude Law como Dumbledore me acabó de levantar los ánimos debido a lo poco que aparece, y sólo un muy contenido Johnny Depp me hizo revolverme en el asiento para desperezarme y prestar máxima atención. No es que se le saque partido a Grindelwald aquí, pero al menos queda como la promesa de un buen personaje antagónico. Y eso que en el prólogo de la película no me impresionó (una secuencia demasiado oscura y caótica), pero durante el discurso, Depp lo borda con la sutileza de los gestos, con sus pausas...lo que digo, para mí promete como villano.
El diseño de producción es magnífico, claro, pero su valor no queda reforzado gracias a la puesta en escena, y lo que podría resultar deslumbrante acaba pareciéndome sólo "bonito", como un bodegón indudablemente bien pintado, pero que no me transmite nada.

Seguiré acudiendo a las salas de cine a ver las próximas entregas con la esperanza de que en conjunto todo cobre un mínimo de coherencia e interés, pues siento que hay una historia que contar latiendo de forma subyacente debajo de los escombros, pero desde luego que no estoy disfrutando del viaje por el momento.