Más que chocolate metió otra cosa líquida de color marrón que es producto de una mala digestión a base de hamburguesas.
Yo es que odio esta clase de película olvidables al cabo de los años y que no aportan nada a nivel argumental.
No me vale tanto fxs y tanta explosión, si luego tenemos personajes de cartón piedra y argumentos vacuos y repetidos. Lo malo es que luego hay que ver como revientan las taquilla.
Es el mundo al reves.
Por el contrario tenemos magníficas películas como Distrito 9, que si bien coge cosas de otras películas, es fresca y sorprendente a la vez que goza de unos efectos especiales divinos.
Una pena que no ganara el Oscar ese año, se lo merecía.