Bien, seré breve con Baby Driver. Veréis, cuando termine de verla lo primero que hice fue pensar en cómo la valoraría un crítico profesional. Si ese crítico optase por evaluarla como un cuento, una obra desenfadada, paródica y hasta cierto punto satírica con todas y cada una de las películas de atracos (más formales que esta) que han formado parte de la historia del cine, nos encontraríamos con un producto bastante satisfactorio.
Ahora bien, si la cinta no fuese ninguna de las cosas citadas anteriormente, la experiencia da como resultado un film anodino e impersonal (no parece de Edgard Wright). Persecuciones que te las rueda cualquier machaca de Hollywood y un guion carente de la chispa que suelen tener los trabajos de su director. Seamos francos, conseguir una adecuada sincronía entre la imágenes y la música no me parece nada del otro mundo, sobre todo si tenemos en cuenta el talento que se le presupone al bueno de Wright. La música narra lo que acontece, cierto, el problema viene cuando las imágenes no están a su altura. Y esto es cine, se tiene que establecer una simbiosis entre ambas. O al menos, eso es lo que siempre he pensado.
Así que para recapitular, prefiero ser buena gente y quedarme con la primera opción. Ahora bien, tampoco hará falta deciros que me parece la peor película de toda su filmografía. Y la más comercial, que narices.
Manda huevos que la mejor escena de la película no este protagonizada por ninguna persecución motorizada:
Si, me estoy refiriendo a la persecución a pie. El momento "partes del cerdo" también tuvo su gracia.
Nota: 6,5