Ya, hombre, pero... ¿El séptimo sello? De todas las maravillas que tiene Bergman y eliges la que regalan con los periódicos. :inaudito
Ya, hombre, pero... ¿El séptimo sello? De todas las maravillas que tiene Bergman y eliges la que regalan con los periódicos. :inaudito
"Mi espectador soy yo" - Jose Luís Guerín. (y sus circunstancias)
Precisamente por eso: porque todos la conocen.
Pero no tengo ni que pensar en Bergman (una elección obvia) para defender mi postura. Si nos centramos exclusivamente en lo que Nacho Aguilar llama 'nivel visual', podría haber puesto imágenes de Mizoguchi, Visconti, Malick, Ozu, Tarkovsky, Fellini, Zhang o muchos otros, y el resultado hubiera sido el mismo.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
Voy a decir una maldad: Me gusta más el Manantial de la doncella que El Séptimo Sello.
Oliveira director de la MTV ya
Visconti no llegó nunca al nivel visual de Barry Lyndon. El Gatopardo es cartón piedra, y Muerte en Venecia tira más de filtros que de óptica.
Repito que B.Lyndon es como la cúspide de los logros visuales de los film de época. Y creo que me los he tragado todos los film de los 70 en ese estilo.
Oliveira director de la MTV ya
No, Nacho, lo de Visconti no es una broma.
Visconti siempre cuidó mucho la estética. El trabajo de Giuseppe Rotunno con él en Le notti bianche y Rocco e i suoi fratelli ya era muy bueno, pero en el El Gatopardo es impecable. Y las cuatro películas de Pasqualino De Santis con Visconti, La caduta degli dei, Morte a Venezia, Gruppo di famiglia in un interno y L'innocente, me parecen una maravilla. Otra cosa es la calidad de los DVD de estas últimas que circulan por ahí.
John Alcott no era ningún inútil, pero su trabajo en Barry Lyndon me recuerda demasiado a la fotografía de David Hamilton, tan en boga en aquellos tiempos. Me quedo con 2001 antes que con ése.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
Visconti tiene fama por sus elaboradas recreaciones de época, pero a partir de "La Caída de los Dioses" enloqueció con el zoom y tanto ésta como "Muerte en Venecia" tienen una puesta en escena que en mi opinión es un verdadero desastre (p.e. Dirk Bogarde observando a Silvana Mangano e hijo en el hotel, escena llena de zooms in & out). En "Ludwig" todavía se observan vestigios de este defecto, aunque también de su tendencia a luces de colorines horteras (la escena de la cueva, que parece la orgía de "La Caída de los Dioses"). Tengo bastante reciente "El Inocente" y la puesta en escena ya sí era más formal (aunque no hay cambios de focal durante los planos, todo está rodado con un zoom). Pero la luz de sus películas por lo general es normal y varía bastante en función de los directores de fotografía, fueran Aldo, Rotunno, Krasker, Nannuzzi o de Santis. Echa un vistazo a "Marchar o Morir" y verás que sin Kubrick lo que hizo John Alcott se parece bastante más al Ridley Scott de la época que al director neoyorquino, cuyas películas evolucionaron pero con una línea de continuidad a lo largo de los años.
There are three ways to do any shot. There's fast, there's good and there's cheap. But you can only work in combinations of two. You can have it cheap and you can have it fast, but can't have it good; you can have it fast and you can have it good, but you can't have it cheap; you can have it good and you can have it cheap, but you can't have it fast. John Dykstra, ASC.
Uf, si, muy cierto. Viendo Ludwig, por momentos pensaba que no la había dirigido el artífice de El gatopardo, sino algún director de spaghetti-westerns con ínfulas; y no es que a nivel de guión e interpretación esté nada mal, pero esos zooms son en ocasiones la antítesis de lo elegante.
Habitualmente las películas de Kubrick se dividen en actos diferenciados, casi como pequeñas películas que conforman un todo; por ejemplo, en La chaqueta metálica tenemos 3 actos: entrenamiento, labor de periodista, escena con el francotirador. En Barry Lyndon tenemos 2 actos (juventud y ascenso, decadencia y muerte) divididos en otros actos a su vez. En 2001 tenemos cuatro actos: El amanecer del hombre, Descubrimiento del Monolito, Misión a Jupiter, el viaje astral de Bowman...
También AI se divide en 4 actos muy diferenciados, la estructura es muy Kubrick: creación del niño artificial, vida familiar, aventura del niño en el mundo real, epílogo en el futuro. La estructura es muy similar a la de 2001 pero a la inversa (en aquella el primer acto se desarrollaba miles de años antes, en esta el último acto se desarrolla miles de años después)
También el estilo es muy Kubrick, en un acto de humildad notable por parte de Spielberg, y hay algunas secuencias que hubiera firmado el propio Stanley, como la feria de la carne o la vida en la ciudad del placer (que parece sacada de La naranja mecánica). En cualquier caso, no tiene porqué ser una obra cien por cien Kubrick para ser buena; es una película de Spielberg, para mi gusto una de las mejores si no la mejor de todas.
Muy de acuerdo, Lean, Kurosawa y Kubrick son para mi los tres individuos que mejor componían sus escenas
Yo creo que Bergman se debate entre dos puntos: el nihilismo, el dolor por la ausencia de Dios, y el deseo de recuperar la vida, las ganas de creer, ya sea a través de lo espiritualidad o a traves de la imagen melancólica de un pasado mejor.
En Fresas salvajes el protagonista parece desear no haber conocido el mundo y vive continuamente en sus recuerdos de juventud, que son más vividos e importantes que su vida como adulto, más incluso que sus hijos y su familia; en Sonrisas de una noche de verano, el falso final feliz acaba con un comentario triste sobre el amor por parte de uno de los protagonistas, algo así como "son jóvenes, dejemos que disfruten de esto, el mundo ya les mostrará la verdad más adelante". En los comulgantes el nihilismo de sus personajes es atroz: hasta el cura no cree en Dios y vive por inercia.
En otras ocasiones, sin embargo, Bergman parece tener algo de esperanza en el amor, pero siempre como algo efímero (la alegría, la belleza, los buenos sentimientos, son conceptos siempre efímeros en sus películas) Por ejemplo deposita la capacidad para vivir y algo parecido a la esperanza en la pareja de cómicos de El séptimo sello, y habla de la redención a través del sacrificio de la inocencia en la conmovedora El manantial de la doncella.
Pero en general yo lo veo muy nihilista, profundamente nihilista... aunque menos que Kubrick.
Decís que soy un hombre sin señor, pero os equivocáis: yo soy mi propio señor
http://fortalezaescondida.blogspot.com
En lo que Visconti puede ser igual a Kubrick es en la puesta en escena, que en el Gatopardo o Muerte en Venecia es absolutamente demencial y operística. El problema es que no está al mismo nivel visual: el Gatopardo es cartón piedra en comparación no sólo con Barry Lyndon, sino incluso con el trabajo de Truffaut en el Pequeño Salvaje. Pero Visconti no pretende ser realista; pretende capturar unos personajes en un contexto determinado. Y el mundo aristocrático italiano es la Ópera; hasta incluso D'Annunzio.
Lo que me lleva a decir que hay, a partir de la Naranja, un rollo operístico en la puesta de escena muy grande en Kubrick. La Naranja es, de hecho, una ópera postmoderna en la planificación de las secuencias. Teatraliza la violencia para obtener una belleza arrebatadora.
Oliveira director de la MTV ya
La puesta en escena de Visconti puede ser operística, pero no demencial ni falta de realismo. Supongo que es una cuestión de gustos. Los escenarios de Visconti definen per se a unos personajes, una clase social: sólo ver a los actores en ese contexto los explica más que cualquier diálogo.
No voy a entrar en discusiones técnicas con Nacho Aguilar porque no estoy preparado para ello, pero si tiene reciente L'innocente, por ejemplo, recordará las escenas en la escuela de esgrima, cuando se encuentran marido y amante, o las de la villa en el campo, que logran definir situaciones (las primeras de tensión con una fotografía oscurecida, las segundas de placer llenas de claridad) basándose en la luminosidad de la imagen. La acción posterior es una continuación (una consecuencia) de una puesta en escena que ya ha preparado al espectador.
Ese mundo viscontiniano es el equivalente al escenario que Ford busca en Monument Valley cuando quiere resaltar los espacios físicos y la épica personal en sus películas. Un decorado que actúa como un personaje más.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
No tiene sentido comparar a ambos maestros, porque cada uno tira por un lado totalmente distinto: El cine de Bergman tiene un poso teatral más pronunciado, tambien más humano. Kubrick es por encima de todo un genio de la imágen
"PORQUE NO ESPERAMOS, AQUÍ UN RATO, A VER LO QUE OCURRE..."
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