No hablaba de expresión ni de sugestión, hablaba de términos pictóricos y sinfónicos. Donde ahí, Stanley, no tiene rival que le llegue ni a la suela del zapato.

Stanley hay que verle, y tiene sus grandes logros (todos), en el gozar de su cómo y su plasmación. EN eso. Cada director tiene su valía y, de hecho, muy pocos hay completos (que destaquen en todo, vaya). O pocos se me ocurren. O ninguno.