En mi caso Jack, admito que tanto al
Superman de
John Williams como el
Batman de
Danny Elfman les tengo más aprecio que a las respectivas versiones de Hans Zimmer, puesto que éstas me transmiten la mágia y la fantasía de sus respectivos personajes y, en ambos casos, en sus composiciones se aprecia la influencia y riqueza de siglos de música a sus espaldas (desde los coros góticos de
Batman hasta las influencias de
Gustav Holst en
Superman) poseen leit-motivs que, como has dicho, son identificables al instante, bastan unas pocas notas para conseguir emocionar al oyente y en el caso particular de
Superman, su música pasa por todo un arco sensitivo que acompaña a la evolución del personaje de Clark Kent en la tierra (sus miedos, su sacrificio, su impotencia ante la muerte de sus seres queridos pese a sus poderes, su relación con Lois, etc...), magníficamente compuesto por
Williams, en donde no sobra ni falta una nota.
Por contra, las composiciones de
Batman y
Superman de
Hans Zimmer son de una escucha que puede resultar más aspera fuera de la película, ya que su tono es más frío, está más al servicio de acoplarse al ritmo de sus imagenes que de transmitir emociones.
Dicho ésto, su función dentro de sus respectivas películas da resultado, ya que la aproximación que aquí se busca es la de adaptarse a nuestra época, sin influencias clásicas (predomina la música electrónica, aquí no tenemos la enorme cantidad de instrumentos de todas las épocas que sí escuchamos en el
Superman de
Williams) y con predominio de la percusión, que le da un tono más épico, más de
actioner (que de hecho es lo que han buscado, para darle a las imagenes un tono más realista, menos operístico y obviamente, partir de cero ante el planteamiento artístico que Warner ha preferido para ambas sagas, después de los malos resultados económicos que éstas tuvieron en sus últimas entregas en pantalla).
Creo que tambien influye el que la mayoría de nosostros hayamos crecido con las versiones de
Richard Donner y
Tim Burton y tengamos su música más identificada a sus personajes, teniendo por éllo un mayor lazo emotivo (las hemos visto y escuchado desde nuestra infancia), pero nos pueda gustar más o menos, hay que reconocerle a las versiones de ambos personajes compuestas por
Zimmer, aunque tan solo sea el no mantener ni homenajear su música ni usar sus leit-motivs.
De ésta forma su trabajo tiene personalidad y coherencia dentro de su propio universo, ya que a éstas seguiran secuelas y spin-offs que permitiran ampliar sus respectivos arcos dramáticos.
Perdón por el tostón.
