Iniciado por
Branagh/Doyle
Tonk, personalmente considero a Mike Oldfield uno de los compositores (si, así le califico), europeos más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Es fascinante el grado de elaboración y estructuración de sus obras, y cómo sintetiza y filtra estilisticamente varias formas compositivas clásicas a lo largo de su discografía (la sinfonía en Tubular Bells, Ommadawn y Return to Ommadawn, el poema sinfónico en Hergest Ridge, la escuela minimalista británica en Incantations, el dodecafonismo y el serialismo en Amarok...).
Es cierto que, cuanto más se ha alejado Oldfield de la obra instrumental de larga duración (que resulta estimable incluso cuando en cierto momento de su carrera se tornó más derivativa, repetitiva y convencional, tanto a nivel compositivo como instrumental) y más se ha acercado a la forma de canción popular de pop/rock, peores han sido los resultados (a mi criterio, por supuesto).
Componer canciones no es el fuerte del británico.
Asimismo, creo que calificarle de compositor de música popular es un error, por mucho que utilice instrumentación típica de la misma (con excepciones, por supuesto).