Es evidente que tiene un marcado tono político y de sátira intencionada, la crítica al mundo actual es demoledora y creo que el gran acierto de Anderson es como refleja una sociedad cada vez más polarizada y quebrada. Es un film que crece en tu mente una vez vivida la experiencia (¡¡Alucinante secuencia de persecución!!!) y tiene un ritmo impecable, captando la atención del espectador como pocas veces ocurre. Las interpretaciones son brillantes, aunque DiCaprio no es el rey de la función, le roban el protagonismo un perturbador Sean Penn rozando la caricatura y la revelación del film, Chase Infiniti.
Una de las imprescindibles del año y contra todo pronóstico una de las obras más redondas de su autor, que sabe captar perfectamente el momento político y social que vivimos. Invito a todo el mundo que la vea en el cine.