Precisamente, cuando Lois dice eso es cuando Wayne abre los ojos y se da cuenta de hasta qué punto se le ha ido la pinza, algo que ya Alfred le advirtió en varias ocasiones, de pronto todo se humaniza y racionaliza. La mención y coincidencia del nombre apacigua a la bestia del odio que estaba devorando a Wayne como si de una profecía se tratara, mira a Superman, un Dios rendido a sus pies, impotente, prácticamente indestructible y sólo lo tiene que rematar, y ve que no sólo tiene madre, sino un propósito. Por mucho que muchos quieran banalizar y ridiculizar la situación tiene un poder visual y dramático abrumador, muy difícil de ver en este tipo de películas, por eso es especial para muchos y por eso ha generado tanta indignación JL.
Esta película tiene alguno de los momentos más acojonantes visualmente que he visto en cualquier película, su estructura es fácil de encajar como una analogía religiosa en la que Superman se presenta como Jesús, la gente clama por sus milagros, los planos cenitales con él suspendido en el cielo con el sol sobreexpuesto y la gente aclamándole, el congreso condenándole cual tribunal romano,
su vida entregada/sacrificada para salvar a la humanidad y finalmente su resurrección
. No sé si serán pajas mentales mías, pero la riqueza dramática de esta película va bastante más allá de lo que vemos en otras producciones, su complejidad y tono es lo que no ha llegado a tanta gente como los productores y Warner querían, porque no es un film para niños o adolescentes que sólo quieren ver, bueno, ya sabemos lo que quieren, y claro exigir al público un poco de su parte tiene un precio, por eso películas como Blade Runner 2049 fallan en las pretensiones económicas y difícilmente esto va a cambiar.