Creo que Marlene no hubiera encajado en el papel. Demasiado sofisticada como para ser la esposa de ese tipo vulgar y malcarado, aunque en cine todo (o casi) es posible. Stanwyck está insuperable, una gran actriz, que curiosamente de niño no me gustaba, supongo que me transmitía una imagen demasiado dura, poco dulce y maternal. Pero a medida que me hice mayor pasó a ser una de mis preferidas.