Me has descubierto: soy uno de esos tipos que tiene una opinión que no tiene que ser igual que la de otros, y al que le gustaría que fuese, por lo menos, respetada. Mi egoísmo no tiene límites y lo reconozco.
Te digo más, cuando voy a comer con mis amigos, digo que prefiero la pizza sin piña, y que la la tortilla me gusta más con cebolla. Soy así: no tengo escrúpulos. Y cuando la mayoría decide que pidamos pizza con piña, la aparto sin más problemas, y si me tengo que comer la tortilla sin cebolla, pienso que también está rica y, además, me lo estoy pasando bien con mis amigos. Y pienso: "qué difícil es encontrar algo que nos guste a todos; habrá que ceder en ocasiones si queremos llevarnos bien".
Por favor, no se lo cuentes a nadie, porque siento vergüenza cuando me miro al espejo.
Por cierto, no puedo evitarlo pero es verdad que en cada uno de mis posts siempre dejo constancia de mi egoísmo ilimitado, solo pensando en mi opción personal:
Afortunadamente, algunos generosos miembros de esta comunidad me han ayudado a corregir mis faltas imponiendo su criterio como la única alternativa posible y válida, ridiculizándome o evidenciando mis carencias como persona si es necesario. Gracias.