Lo que no acabo de entender es por qué está tan extendida la especificación en las carátulas de portugués brasileño o francés canadiense y, en cambio, rara vez distinguen el español latino del castellano.

Tanto presumir de la expansión del español, de los institutos Cervantes, de la implantación de nuestro idioma en las universidades y, luego, a efectos prácticos suele resultar menos considerado que otros.