A mi me gustó bastante, ahora no se la recomiendo a nadie que no haya visto nada de Haneke.

Es una crítica social y racial, a través de un juego del gato y el ratón donde no sabe muy bien quien de los dos es la víctima y quién el verdugo. Me gusta mucho la premisa inicial y la primera parte de la película donde me llegué a sentir "violado" por lo que propone Haneke.