Técnicamente no existe el sustituto perfecto del CRT porque, por definición, un sustituto debe realizar las mismas funciones que un original..., y eso, hoy por hoy no es posible.

Sin embargo, entre las alternativas existe el plasma. Que, aunque no es igual al CRT, sí trata la imagen de forma muy paralela. Sobre todo, sin ridículos esnobismos.
Además se ha especializado en la consecución de texturas y colores cinematográficos.

Por lo tanto, todos aquel que se defina como amante del cine, está obligado a recurrir a ella.

Por el contrario, quien disfrute de lo artificial, de los colores vivos, bonitos y potentes, debe recurrir a uno de esos monitores tuneados que adornan cualquier estantería.

En cualquier caso la elección es personal..., y absolutamente respetable.

Un saludo.